Cuando Dani Vidal aterrizó en el Nàstic hace dos partidos tuvo claro que una de sus prioridades era recuperar la fiabilidad defensiva del equipo más goleado de toda la categoría. Eso pasaba por reconstruir desde atrás y apostar por los jugadores en defensa que la temporada pasada conformaron una de las zagas menos goleadas de toda la categoría. Así pues, Marc Trilles y Alex Quintanilla fueron los elegidos para formar el centro de la defensa. Ambos solo habían podido coincidir durante las primeras jornadas de campeonato. A partir de ahí se rompió un binomio que durante meses estuvo ausente. Trilles cayó lesionado y dejó paso a Josema y Montes en su lugar.
La defensa funcionó a las mil maravillas frente a la Real Sociedad B en su reestreno. El Nàstic no encajó y sumó los tres puntos. Enfrente hubo un equipo generó peligro y buscó el área rival, pero se encontró con dos versiones brillantes de Quintanilla y Trilles. Ambos demostraron compenetrarse a la perfección y dejaron un partido con mucho poso para el futuro.
Con esa actuación en la memoria comparecieron ante el FC Barcelona ‘B’. Durante muchos minutos volvieron a ofrecer una actuación defensiva notable gracias a su nivel individual y a la ayuda del resto de la estructura defensivo del equipo. El Nàstic no ganó ese partido porque en la fase ofensiva le faltó colmillo, algo lógico si se tiene en cuenta que Dani Vidal no dispuso de ningún delantero centro en el partido. En defensa, el conjunto grana resistió y ofreció de nuevo síntomas de claro crecimiento. No se consiguió el excelente porque el Barça B marcó en una jugada a balón parado que terminaría siendo decisiva.
Lo peor no solo fue encajar el gol sino que en la agonía y buscando ya el empate a la desesperada llegó una noticia todavía más dolorosa. Marc Trilles era expulsado por roja directa tras una dura entrada sobre Zelaya. El árbitro le expulsó de manera inmediata, aunque por suerte solo se ha quedado en un partido de sanción, por lo que el central estará de nuevo disponible para la visita a Castalia de dentro de dos fines de semana.
Mientras tanto, Dani Vidal ha visto como su defensa titular se ha roto por la mitad y le va a obligar a tomar una decisión firme. El técnico tarraconense debe elegir al nuevo acompañante de Alex Quintanilla para el partido ante el Calahorra. Hay una opción que resulta natural y la otra que obligaría a agitar más el once inicial. Josema es la continuidad, mientras que Eric Montes es la revolución.
Todo apunta a que Vidal apostará por la primera opción. Josema es un defensa que durante muchas meses de la presente temporada ha contado con el cartel de titular. Con la lesión de Trilles aprovechó la oportunidad y se ganó la continuidad en el once. Nada más y nada menos que 19 partidos como titular acaparó. Solo se perdió el de la 17ª jornada entre medio de ellos al cumplir ciclo de amarillas.
Con Quintanilla al lado ya ha demostrado durante 13 partidos formar una pareja de garantías, aunque es cierto que en otras jornadas no han aportado esa solidez en conjunto que necesitaba el equipo. En todo caso, es la pareja de centrales que más minutos ha sumado junta esta temporada y por lo tanto es regresar a lo más natural.
Con Eric Montes no existen dudas sobre su rendimiento en el centro de la zaga, pero se le considera en estos momentos clave en la sala de máquinas en las labores de mediocentro defensivo. Allí aporta energía y poderío defensivo, algo que necesita el Nàstic y más teniendo en cuenta que es el único perfil de mediocentro con el que Dani Vidal cuenta en plantilla.
Así pues, Quintanilla y Josema volverán a ocupar el centro de la zaga tras tres jornadas sin hacerlo. La última vez fue en Los Pajaritos y el Nàstic cayó por 3-1 frente al Numancia en un partido para olvidar. Ojalá no se repita esa actuación. Avisados están.