En el fútbol nada es casualidad y los números muchas veces suelen explicar lo que las sensaciones no pueden. El Nàstic suma una victoria en siete partidos en liga en una racha negativa de resultados que ha provocado un cambio de piezas en el banquillo y que los granas estén a cinco puntos de la quinta plaza, la última que da acceso al play off de ascenso a Segunda División.
Hay un nombre que puede ayudar a explicar este bajón tan repentino de unos granas que hace pocos meses atrás navegaban a velocidad de crucero y vivían su mejor momento del curso. No se puede ni mucho menos responsabilizar en una figura individual este descalabro de resultados, pero igual que Guillermo Fernández es un futbolista que explica muchas de las victorias del Nàstic este curso, también lo es a la hora de argumentar las causas de las derrotas.
El delantero vasco aterrizó en Tarragona como una apuesta potentísima. Su fichaje trajo cola porque el Nàstic lograba cerrar la llegada de un jugador que el año pasado había logrado ocho goles en el Burgos en Segunda División. El movimiento fue ambicioso y firme y se celebró entre los aficionados granas que veían en sus filas a uno de esos delanteros que marcan diferencias. Si lo había hecho en la categoría de plata, que no podría hacer en una categoría menos...
El inicio del ariete formado en Lezama fue arrollador. Ni siquiera necesitó tiempos de adaptación porque llegó en los últimos días de mercado, pero fue un activo desde la primera jornada. De hecho, se estrenó en la segunda con un tanto de penalti que rescató un punto de La Nucía para los granas.
Ahí comenzó una buena racha en lo personal que le disparó hasta los cuatro goles en nueve jornadas. No eran registros escandalosos, pero sí interesantes. El techo de Fernández estaba todavía lejos, pero mientras iba picando con goles que al Nàstic le daban la vida. Si el vasco marcaba, la victoria estaba más cerca. Tres victorias y un solo empate eran los resultados del conjunto grana si un gol del vasco andaba por medio.
Su último tanto data el 27 de noviembre de 2022 frente al Real Unión. Otra vez estrenó el botín grana porque siempre que ha marcado lo ha hecho el primero para los tarraconenses. Esos goles tienen más mérito porque influyen de manera muy directa en el resultado.
Desde noviembre sin marcar
Desde entonces, Guillermo Fernández vive una sequía goleadora que le ha cortado en seco su buena racha goleadora. Son ya siete partidos en los que no ha logrado ver portería y suma un solo gol en 10 partidos. Las cifras son preocupantes porque es un ariete que vive del gol. Al delantero goleador no marcar, le agobia y le impacienta y el vasco responde perfectamente a ese perfil de futbolista. Sin su gol, el Nàstic está mucho más lejos de la victoria y por eso desde las gradas del Nou Estadi se ansía volver a celebrar un gol del ariete vasco. Ante la SD Logroñés yació sobre el verde durante el partido completo, pero no pudo romper la mala racha para ayudar a Iñaki Alonso en su estreno como técnico grana.
Las semanas pasan y el gol de Guillermo Fernández sigue sin volver. No obstante, el delantero vive de rachas y cuando marque uno, caerán todos de golpe. No hay que olvidar que existen pocos arietes como él en la categoría.