La entrada principal del pabellón municipal del Morell se llenó de vecinos volcados por una misma ilusión: arropar a la primera atleta olímpica de su historia, Mar Molné, en la final de tiro de foso olímpico, en la que la joven morellense se alzó con una meritoria cuarta posición tras acariciar la medalla. En su debut en una cita olímpica, y con su pueblo unido y orgulloso de su entrega, Molné ya había ganado.
Nadie quería perderse uno de los días más importantes en la historia del deporte del Morell. Los morellenses hicieron comunión y se congregaron ante la pantalla instalada por el Ayuntamiento para la final de foso olímpico, disputada a las 15:30 horas. Durante la mañana, Molné había certificado su clasificación en primera posición tras completar las fases eliminatorias con un total de 123 platos alcanados de 125 posibles.
Con todos sus familiares desplazados a Francia para mostrar su apoyo en el Campo de Tiro de Chateauroux, desde los más pequeños hasta los mayores hicieron acto de presencia en el pabellón. Amigos, compañeros del Club de Tiro del Morell y familias enteras se reunieron para vibrar con la memorable actuación de Mar Molné. Unidos por una misma ilusión, celebraron con efusividad cada uno de los 35 lanzamientos realizados por Molné, así como los de su compatriota, Fátima Gálvez, quien finalizó en quinto lugar.
El aplomo y serenidad mostrado por Molné pese a la exigencia del escenario y ante rivales que le doblaban la experiencia en competición se contagió en la sala, con unos morellenses que vibraron con su arranque. Cada error de las oponentes eran celebrados con entusiasmo, mientras que los pequeños hacían cálculos de cara a un posible podio.
En la primera tanda eliminatoria la mala suerte se cebó con Molné, errando tres de cinco platos. En el último tiro fue capaz de certificar la cuarta plaza, levantando los aplausos en la sala. Tras una actuación memorable, el desenlace supuso un duro revés para los vecinos, aunque fue una desilusión momentánea. Una vez confirmada la cuarta posición, rindieron un gran homenaje a Molné en forma de aplausos y vítores.
«Para nosotros tiene el oro y todo el cariño. Estar en una Olimpiadas con 22 años y casi lograr el podio, tenemos que estar más que orgullosos por esta cuarta posición», expresó una vez finalizada la final Eloi Calbet, alcalde del Morell. «Contar con una morellense en París ha sido un orgullo. La hemos visto crecer, es una chica con mucha alegría e ímpetu y sabemos que tiene mucho recorrido por delante», añadió.
A su vez, el presidente del Club de Tiro del Morell, Lluís Maria Batista, elogió el papel de Molné en París: «Lo que ha hecho ya es de un mérito importante. Es una promesa del tiro, será nuevamente la representante en los próximos Juegos, cada día cogerá más experiencia y aprenderá más».