Parece que no es el año. El Ibersol CBT sigue en caída libre y sin ofrecer síntomas de reacción tras sucumbir ante el Gandía. Esta vez le tocó claudicar en la pista del penúltimo que hasta la fecha solo coleccionaba dos victorias, pero que frente a los tarraconenses ofreció una versión convincente para romper el partido desde el primer cuarto. Una brecha de 17 puntos en el primer parcial fue suficiente para dilapidar las esperanzas de un conjunto cebetista que es colista y ya está a dos victorias del penúltimo. Tocará obrar un milagro para conseguir la salvación, aunque el tiempo y las jornadas pasan y la clasificación no espera, más bien, desespera.

El Ibersol CBT, sin Ndour, Adrià Trouvé, ni Boe Nguijdol, comenzó el partido reflejando problemas en ataque y en defensa. En el primer apartado no lograba posiciones cómodas de tiro porque faltaba ritmo de pelota y en su cancha no conseguía defender a un Gandía que se arropa en la figura de Duke para marcar las diferencias. Su torre fue incontrolable en un inicio de encuentro que ya le dejó claro a los tarraconenses que la segunda victoria de la temporada allí iba a ser complicada de atar.

Duke metió once puntos en el primer parcial, solo tres menos que el CBT al completo. Esto lo dice todo de un equipo cebetista que no pudo contener una sangría que se fue haciendo más evidente con el paso de los minutos. El 9-4 inició una brecha que se iría abriendo hasta llegar al 31-14 del final de la primera manga. Un tiro forzado del Gandía dibujó la máxima ventaja para los locales en lo que iba de partido. 17 puntos en contra. Tocaba remar.

El inicio del Ibersol CBT de segundo cuarto fue diferente. Compareció con otro ánimo, intentando olvidar la mala puesta en escena. Lo consiguió porque en ataque se encontró con dos triples consecutivos de Cera que junto a un 2+1 de Kristensen limaron la ventaja hasta los 10 puntos (35-25).

Sin embargo, el Gandía recuperó el orden ofensivo otra vez arropándose en la figura de Bitjaa, otro jugador diferencial en la pintura de esos que ordena ataques y que cuando necesita dar un paso adelante con puntos directos de sus manos también es capaz de hacerlo. Kristensen intentaba frenarle, pero era imposible. Un triple de Pleasant obligó a Comenge a parar el partido porque la ventaja volvía a ser dolorosa. Dolía el doble porque se había reaccionado, pero el Gandía le había vuelto a hundir en el fango en un abrir y cerrar de ojos (42-25). Otra vez, 17 puntos en contra y con menos tiempo por delante. Un triple de Requena tras el tiempo muerto elevaba la distancia a los 20 puntos (45-25).

En los minutos finales del segundo cuarto, el CBT consiguió dificultar algo más los ataques del Gandía y como resultado se logró reducir la distancia en el marcador al descanso, aunque seguía siendo considerable (51-36).

El inicio del tercer cuarto, al igual que el del segundo, fue esperanzador. Luis García clavó un triple para poner a tiro la barrera psicológica de los 10 puntos (51-39). Sin embargo, las ilusiones volvieron a ser efímeras porque el Gandía volvió a acelerar en ataque y con un triple de Soler puso tierra de por medio (58-42). A falta de dos minutos para el final de la tercera manga, el CBT se situó donde tanto había querido estar. A nueve puntos y con un Gandía mucho más espeso en ataque y penalizado en defensa (67-58). Tuvo triple para ponerse a seis, pero erró y Duke apareció para meter un doloroso dos más uno (70-58). Al último cuarto se llegaba con un 72-60 en el marcador.

El inicio de la última manga evidenció que no iba a haber milagro. El Gandía se inspiró en ataque y destrozó a un Ibersol CBT que en apenas dos minutos vio dinamitadas sus opciones de remontada (81-63). La brecha al final del duelo se hizo más sangrante (96-77).