Cuando la Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció que la nueva categoría, la Primera RFEF, estaría conformado por 40 equipos divididos en dos grupos de 20, todos los aficionados comenzaron a hacer cábalas sobre cómo se haría esa partición. Fue el 3 de junio cuando el organismo federativo dio a conocer su decisión de separar el mapa futbolístico español en vertical: este y oeste. Por un lado: Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Catalunya, Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares; y por el otro Galicia, Extremadura, País Vasco, La Rioja, Navarra, Asturias, Cantabria, Castilla y León. Madrid quedó dividida en dos. DUX Internacional, Rayo Majadahona y Sanse con el oeste y Real Madrid Castilla con el este. Una división comunitaria que ya apuntaba a una competición más dura en el lado derecho, con tres filiales de las mejores canteras del país (Barça, Madrid y Villarreal). Una intución que se ha cumplido. Los números así lo dicen. El grupo 2, entre los que figura el Nàstic, está siendo mucho más competido que el grupo 1, en los que las distancias son mayores y los contendientes por los distintos objetivos están más distanciados.
Para empezar, en el grupo del oeste la plaza del ascenso directo tiene propietario virtual. A falta de 6 jornadas (18 puntos en juego) el Racing Santander aventaja en 11 puntos al segundo clasificado, el Deportivo de la Coruña. Una distancia que parece suficiente para que los cántabros celebren en breve su regreso a Segunda División.
En el grupo 2 esa plaza no está clara. Hay tres candidatos: Andorra, actual líder, Albacete y Villarreal B. Tres puntos separan a andorranos de castellonenses, con manchegos entre medio, a un punto de distancia de los primeros. Además, en tres jornadas hay un Andorra-Albacete decisivo para el desenlace.
Donde más clara es la diferencia entre grupos es en la pelea por el play-off. Mientras en el grupo 1 Celta B y UD Logroñés, cuarto y quinto clasificado respectivamente, han abierto una pequeña brecha con sus rivales directos (tres y cuatro puntos), en el grupo este seis equipos (Sabadell, Algeciras, Nàstic, Alcoyano, San Fernando y Castellón) están apenas separados por tres puntos. Si ampliamos a cuatro puntos, llegan a diez los clubes con opciones de aspirar a viajar a Galicia para disputar las eliminatorias de ascenso a Segunda División. Con tantos equipos metidos en el ajo es imposible que no haya una jornada con uno o más enfrentamientos directos entre ellos. Esta jornada, sin ir más lejos, nos aguarda en el Nou Estadi-Costa Daurada un Nàstic-San Fernando, el viernes a las 21.00 horas.
En la lucha por la permanencia es donde existe más equilibrio entre grupos. En el 1 la expulsión del Extremadura ha liberado una plaza de descenso. Son cuatro los equipos activos que bajarán. Dos parecen claras: el Zamora y Tudelano, que podría confirmar su descenso esta misma semana. Real Valladolid B lo tiene complicado, con un desventaja de seis puntos con respecto a la salvación. Y el último billete al infierno se lo discuten entre Talavera (35 puntos), DUX (37 p.), Bilbao Ahtletic (38 p.) y con algo más de margen el SD Logroñés (41 p.). En el grupo 2 Betis Deportivo ya es equipo de Segunda RFEF, al que le podría acompañar el Costa Brava esta misma semana. Con el empate ante el Nàstic el UCAM Murcia recortó un punto pero sigue estando lejos (6 p) de la salvación. Sanluqueño, Cornellà y Sevilla Atlético son los que se disputarán las otras dos plazas.
Querían una competición más disputada y al menos en el caso del grupo 2 lo han conseguido.