Laura Pascual siempre ha tenido dos pasiones: el deporte y enseñar. Por eso comenzó practicando muchas disciplinas hasta decidirse por el baloncesto. Se entregó a él, primero como jugadora y después como entrenadora de niños más pequeños.
Allí pudo disfrutar de sus dos grandes pasiones: enseñar y el deporte. Los años han ido pasando y ella ha seguido ligada a ambas disciplinas. Ejerce como profesora de educación física de niños de quinto y sexto de primaria y juega a baloncesto en el TGN Bàsquet, aunque esto último está llegando a su fin.
«De pequeña me gustaban mucho todos los deportes, pero sobre todo el fútbol y el baloncesto. Al final tuve que decidir y aposté por el baloncesto. Si hubiese elegido el fútbol, hoy no sería la que soy».
Son palabras de Laura Pascual, una jugadora emblemática para el baloncesto regional tarraconense que aprovecha el reportaje con el Diari para anunciar algo que ya ha hecho público a los suyos: «Si te soy sincera, ya le he hecho oficial a mi familia, a mis compañeras y al club que esta será mi última temporada. Me ha costado mucho dar el paso porque quería jugar este año para saborear cada momento y tener tiempo para despedirme».
Meditado
Es un adiós meditado que provoca que este año vaya a ser el más especial de todos. Pascual es una voz autorizada del baloncesto regional y ha hecho del TGN Bàsquet un lugar de culto. Allí es respetada y querida a partes iguales porque son ya nueve temporadas en esa entidad y eso le da un rol en el club que va más allá de una simple jugadora: «Siempre he sido capitana y desde hace dos años lo soy en solitario desde que lo dejó Nuria Vila»
Por ello sus palabras hacia la entidad que defiende solo contienen adjetivos positivos: “La clave aquí es que el club funciona es que he encontrado un grupo humano que te acompaña dentro y fuera de la pista. He tenido mucha suerte con las compañeras que me he encontrado por el camino».
Su inicio
¿Cómo comenzó todo? Laura recuerda que su etapa formativa la pasó en el CBT. Allí llegó en preinfantil y fue quemando etapas hasta llegar al primer equipo en una primera temporada que nunca olvida: «Fue un año muy especial. Conseguimos el ascenso a Copa en mi primer año y es algo que tengo grabado». Tras su paso por la entidad cebetista, Pascual estuvo dos años en el proyecto Tarragona Fem Bàsquet, que unió a CBT y TGN Bàsquet durante dos temporadas.
Tras esos dos cursos, Pascual se quedó en el TGN y allí emprendió una aventura que nunca olvidará porque son muchos los momentos buenos que le ha regalado, pero sobre todo recuerda a las personas esas que son las que dan sentido a tantos años de esfuerzo y constancia: «Me quedo con la gente que me ha dado el baloncesto. Forman parte de mi vida y forman parte de la familia que escoges».
Muchos entrenamientos
Son tantos años de entrenamientos, partidos y fines de semana en una pista que Pascual ha hecho del baloncesto una forma de vida. Durante muchos años tuvo que combinarlo con unos estudios que nunca dejó de lado y que supone un claro ejemplo de cómo se debe compaginar el deporte con lo académico: «A mí el baloncesto me ha ayudado a ser más responsable en el sentido académico. Sabes que perteneces a un grupo y tienes un compromiso con ellos, pero también tienes un compromiso académico. Me ha ayudado a organizarme y aprovechar el tiempo libre. Muchas veces doblaba con el equipo de arriba y si tenía esa hora suelta, la aprovechaba para estudiar».
Todo ese duro camino tuvo recompensa porque Pascual es una jugadora de leyenda para el TGN Bàsquet y además es profesora de educación física de quinto y sexto en la Escola Mossèn Ramon Bergadà. Allí enseña a unos niños y niñas que cada lunes cuando pasa el fin de semana hacen de periodistas para preguntarle cómo le ha ido en el partido del fin de semana: «Siempre comentamos mis partidos y los suyos porque hay muchos niños que hacen deporte, sobre todo fútbol. Nos preguntamos qué tal ha ido».
La enseñanza, su futuro
La tarraconense siempre vio la enseñanza como un futuro y el baloncesto le ayudó a comprender a los niños de una manera más cercana: «Comencé a entrenar con 17 años y lo tuve que dejar con 27 años porque no podía combinarlo a nivel laboral. El baloncesto y cualquier deporte de equipo te forma como persona y te ayuda a crecer porque no dejas de trabajar con personas y eso es una formación constante».
Pascual disfruta de sus últimos meses en activo del baloncesto porque la enseñanza le acompañará siempre. El TGN Bàsquet ya se prepara para despedir a una leyenda, pero todavía quedan muchos partidos por jugar y canastas por anotar.