Al Nàstic de Tarragona no le ha quedado más remedio que participar en una Copa Catalunya a la que renunció en la edición de la temporada pasada. Este año, sin embargo, no se ha podido negar a evitar participar en ella por posibles represalias. El motivo es el cambio en el reglamento de la Federació Catalana de Futbol (FCF) que obliga a los clubes catalanes que el curso pasado jugaron en categoría nacional (hasta Tercera RFEF) a competir en dicho torneo y a los equipos de regional que quedaron campeones de grupo.
Así pues, el Nàstic debuta este miércoles (18.00 horas) en los diecieisavos de final de la competición ante la UE Tona, un rival de Tercera RFEF que jugará en casa ante un conjunto grana que presentará un semblante casi desconocido.
El motivo de dicha afirmación es que el Nàstic va a jugar la Copa Catalunya con una plantilla sin presencia del primer equipo. Ni un solo futbolista, ni jugadores como Mario Rodríguez o Biel Vicens que apenas tienen minutos, va a viajar a Tona. Es la decisión que se ha tomado para preservar el estado físico de una plantilla que en las últimas semanas lleva muchos encuentros en sus piernas. Se ha decidido preparar sin sobresaltos la semana de cara al último y exigente partido del año como es el que espera en Salamanca este próximo sábado ante Unionistas. Además, el hecho de que se juegue en un campo de césped artificial tampoco ayuda.
Así lo confirmaba Dani Vidal en la rueda de prensa previa al encuentro. Él y el resto del cuerpo técnico sí que estarán en Tona, pero los jugadores de la primera plantilla, no: «Es una competición oficial y no nos da pereza, pero teniendo en cuenta todos los aspectos a valorar hemos decidido que jugaremos con jugadores de la Pobla y del Juvenil A».
Una decisión meditada
Preguntado por los condicionantes que han motivado a tomar esa decisión, el técnico tarraconense los expuso con sinceridad: «Cuando tomas una decisión como club no se toma por si me apetece o no. Hay muchos condicionantes, venimos en las últimas semanas de mucho partido, esta semana hay un viaje complicado a Salamanca, el césped artificial provoca que se vea un juego directo más disputado y tenemos la experiencia clara de hace dos años cuando se lesionaron varios jugadores».
Así pues, el Nàstic de Tarragona va a jugar en Tona con un equipo repleto de jugadores de la Pobla de Mafumet y el Juvenil A. El filial que compite en la Lliga Èlit y el juvenil que brilla en la División de Honor aportarán los futbolistas que defenderán la zamarra grana, eso sí, con Dani Vidal y el cuerpo técnico del primer equipo desde el banquillo dirigiéndolos.
¿Qué dice el reglamento?
La realidad es que sí y no hay riesgo de eliminación, así que hecha la ley, hecha la trampa. El reglamento dice que «pueden participar todos los futbolistas que estén en condiciones de alinearse en el primer equipo, sin limitación de número». La única limitación que existe es que no pueden jugar con el primer equipo los futbolistas del filial que «sean mayores de veinticinco o veintitrés años, según su licencia sea, respectivamente, de profesional o de aficionado». Así pues, hay tres jugadores de la Pobla que están descartados para la cita por motivos de edad. Se tratan de ‘Peke’ (31 años), Maxi Rosales (28años ) y Nil Coch (26 años).
Presencia del Juvenil A
Más allá de los jugadores de la Pobla también habrá unos cuantos jugadores del Juvenil A. Oriol Subirats y Adrián Alves, ambos renovados con ficha profesional y que juegan en División de Honor, viajarán a Tona, mientras que Guillem Barrés y Agustín Sánchez, asiduos en el primer equipo, también lo harán. Cuatro juveniles estarán seguro en Tona, pero el número de jugadores podría ser superior. Hoy se saldrá de dudas.