Andreu Camps finalizó el miércoles su etapa como secretario general de la Federación Española de Fútbol. Lo hizo señalado y por la puerta de atrás. El dirigente tortosino, mano derecha de Luis Rubiales, era una de las figuras que las jugadoras de la Selección española apuntaron como responsable de la insostenible situación. Su destitución figuraba entre los requisitos que las futbolistas exigieron en la reunión de más de seis horas que tuvieron con Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), para seguir en la concentración y viajar a Suecia, de cara al partido de esta tarde (18.30 h) de la Liga de Naciones UEFA.
Sus controvertidas decisiones le habían provocado a Andreu Camps cierta impopularidad fuera de la estructura del órgano, acusándolo de falta de implicación, no colaborar para mejorar las condiciones laborales de las futbolistas y considerar que menosprecia la condición del fútbol femenino como profesional.
Se le acusa además de haberse mostrado intransigente en las negociaciones, y de influir de forma decisiva en el inicio del conflicto que tuvieron las jugadoras con la Federación, siendo además uno de los principales detractores de la creación de la Liga F, como ente independiente, obstaculizando su crecimiento y desarrollo. Se le han recriminado y también diferentes decisiones, como su negativa a que las jugadoras de la selección llevaran su nombre escrito en la espalda, argumentando que no era necesaria la inversión.
La destitución de Andreu Camps ya se había previsto anteriormente, pero al parecer, el plante de las jugadoras internacionales terminó por acelerarla. Su salida forma parte del acuerdo al que llegaron el Gobierno, representado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y su presidente, Víctor Francos, la Federación Española de Fútbol (FEF) y las internacionales, asesoradas por Amanda Gutiérrez, del sindicato Futpro.
El pasado mes de agosto, Andreu Camps envió un escrito a la UEFA denunciando al Gobierno Español por intervencionismo, después de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) anunciara que elevaría el Caso Rubiales al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y antes de que la propia FIFA suspendiera de forma provisional a Rubiales como presidente de la RFEF. Posteriormente la UEFA recibió la misiva, pero decidió no tomar ninguna decisión ni actuar al respecto. También fue el encargado de dar la versión ante la prensa de la Federación Española, con relación al polémico caso de Enriquez Negreira.
Dilatada trayectoria
Andreu Camps, tortosino de 62 años, cuenta con un amplio curriculum en actividades deportivas. Ocupaba el cargo de secretario general de la Federación Española de Fútbol desde el mes de mayo del 2018. Además, en 2020 fue reelegido, convirtiéndose en el hombre de confianza de Luis Rubiales. En el 2019 se incorporó al equipo del tribunal de arbitraje suizo. Ha trabajado para el Comité Olímpico Español y el propio COI y también ha formado parte del Tribunal Administrativo del Deporte. Se incorporó en abril de 2017 en el primer cambio del órgano deportivo dependiente del Consejo Superior de Deporte (CSD). Meses después, concretamente el 25 de julio, dimitió de su cargo en el TAD, alegando motivos personales.