Además de ser uno de los jugadores con más talento individual del Reus y con más sensibilidad con el balón, es el dueño de la banda derecha del Estadi Municipal. Alberto Benito volvió el pasado año a la capital del Baix Camp para demostrar todo el fútbol que aún tienen que dar sus botas.
A sus 31 años, ha jugado más de cien partidos tanto en Segunda División como en Segunda ‘B’. De hecho, fue uno de los emblemas del primer año del Club de Futbol Reus Deportiu en la categoría de plata, siendo el jugador que marcó el primer gol rojinegro en el futbol profesional.
El lateral de Altafulla se someterá a una resonancia para saber cómo está su rodilla
Después de llegar al Reus y subir a Segunda en su primera temporada, el lateral de Altafulla disputó ese primer curso con la camiseta reusense y marchó al Zaragoza. Posteriormente, pasó por el Albacete, por el Deportivo de La Coruña y por la Cultural y Deportiva Leonesa.
Regresó al Altafulla para jugar una temporada en Tercera Catalana, pero admite que, cuando Marc Carrasco lo llamó para unirse al Reus, seis años después de su partida, no se lo pensó ni un solo minuto: «Reus es mi casa y, el Reus, el club de mi vida; es el que me hizo dar el salto a ser futbolista y es donde más querido me he sentido», manifiesta.
Tan es así que ha terminado siendo uno de los mejores fichajes del conjunto reusense hasta ahora: por la ilusión que ha generado entre la parroquia rojinegra y por el rendimiento que él les ha devuelto, ya que ha sido uno de los jugadores más destacados a lo largo de esta temporada, en la que el Reus se ha quedado al borde del play-off de ascenso a la Segunda RFEF.
Benito ha terminado siendo uno de los mejores fichajes del conjunto reusense hasta ahora: por la ilusión que ha generado entre la parroquia rojinegra y por el rendimiento que él les ha devuelto
En el primer tramo de la temporada que recientemente finaliza, formó, junto a Víctor Oribe, una dupla de muchos quilates, que fue una de las grandes razones por las que el conjunto rojinegro terminó el año 2023 en la parte alta de la clasificación. Esa zurda y esa diestra, tan precisas y con tanto mimo por un esférico que es su mejor aliado, hicieron soñar al Municipal.
El dúo se rompió en invierno con la retirada de Oribe, pero el ‘2’ del Reus siguió siendo el amo y señor del flanco derecho reusense.
Ha jugado 29 partidos de los 34 que han disputado los pupilos de Marc Carrasco, que, el pasado sábado, en la rueda de prensa posterior al último partido de liga –ante el Girona ‘B’– puso en valor la figura del de Altafulla y desveló que «desde diciembre, ha jugado con el menisco roto». «La gente no lo sabe, no se ha quejado, ha apretado, no ha faltado ni a un entrenamiento...», comentó el técnico.
Todo empezó en el partido en el campo del Badalona, que se disputó en octubre: «Me empezó a molestar ese día, después del partido, pero pensé que fue un mal gesto», recuerda. Pasó un tiempo con bastante dolor: «Llegaba el fin de semana, me ponía Voltaren y competía», explica.
Próximamente, se realizará una nueva resonancia para saber cuál es el estado de la lesión
Finalmente, se sometió a una resonancia: «Me dijeron que tenía el cuerno posterior del menisco roto y el quiste de Baker [que se forma por la propia lesión]».
«Al final, yo creo que es algo muy común y con lo que se puede competir, aunque es verdad que hay algunos días que duele más y otros que menos; el problema también es que te acostumbras a forzar menos la zona y, por eso, pueden aparecer pequeñas lesiones de abductor, isquiotibiales, cuádriceps...», añade.
Comenta que, próximamente, se realizará una nueva resonancia para saber cuál es el estado de la lesión. De cualquier forma, confirma que, durante el año que viene, seguirá siendo uno de los emblemas del Reus: «Este ha sido un año muy ilusionante y muy emocionante a nivel personal», expresa.
No lo duden, Alberto Benito continuará como el dueño de la banda derecha.