Zurdos bajo la dictadura diestra

Ya entre los neandertales hay evidencias de zurdera. Marina Lozano, arqueóloga y paleoantropóloga, lo explica.

27 noviembre 2021 08:41 | Actualizado a 29 noviembre 2021 07:33
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Wolfgang Amadeus Mozart, Leonardo Da Vinci, Pablo Picasso, Marilyn Monroe, Jimi Hendrix, Marie Curie o H. G. Wells eran zurdos. También destacan Messi o los beatles Ringo Starr y Paul Mc Cartney. Son solo unos pocos nombres de una larga lista de personajes ilustres más hábiles con la siniestra que con la diestra. Sin embargo, los zurdos siempre han sido una minoría en un mundo en el que prácticamente todo está diseñado para los diestros y, si bien actualmente se ha normalizado, a lo largo de la historia han sufrido estigma e incluso corrección. Muchas han sido las especulaciones sobre la causa de la zurdera, algunas más científicas que otras, pero no fue hasta el siglo XIX cuando el biólogo francés Paul Broca se percató de que la parte izquierda del cerebro gobernaba la parte derecha, y al revés. Y fue a partir de aquí que se empezaron a deducir las funciones preeminentes que tenía cada una de las mitades. 

Sin embargo, ¿desde cuándo hay constancia de la existencia de zurdos? «Desde los neandertales», responde Marina Lozano, investigadora del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) y profesora asociada a la Universitat Rovira i Virgili (URV). Marina Lozano es arqueóloga y paleoantropóloga especializada en el desgaste dental, un análisis que le ha permitido constatar, entre otras muchas cosas, evidencias de neandertales zurdos, «una especie que vivió entre los 200.000 y los 35.000 años».

 

La investigadora del IPHES Marina Lozano estudia la lateralidad a partir de los dientes.

La investigadora estudia el uso de los dientes como una herramienta, «como una tercera mano». Y cuenta que «tanto los neandertales como los preneandertales, estos últimos de hace 400.000 años, realizaban una actividad por la que es posible descubrir si los fósiles hallados pertenecen a homininos diestros o zurdos». Para ello, invita a imaginarse cómo estos individuos «sujetaban una piel entre los dientes mientras con una mano la tensaban y con la otra, sostenían una herramienta lítica con el objetivo de curtirla o de cortarla. En esos movimientos, como eran habituales, en ocasiones tenían accidentes y se daban golpes en los dientes, unas estrías que varían de dirección en función de la preeminencia de la mano».  

Así las cosas, se han hallado fósiles de dientes de neandertal, que indican que pertenecieron a individuos zurdos, lo que no quiere decir que anteriormente no hubiera, sino que, hasta el momento, no han aparecido

 

Algunos hechos extraídos del libro de Joan de Déu, ‘Tot al revés’:

 

  • Antigüedad mediterránea. La muerte se situaba a la izquierda.
  • Habilidades. Los zurdos se sienten atraídos por la creatividad. Por eso hay tantos artistas que utilizan de forma preferente la mano izquierda.
  • Reflexología. El punto para estimular el cuerpo se encuentra en la mano izquierda.
  • Crimen. Hasta hace poco, cuando un policía buscaba delincuentes, a menudo empezaba por los zurdos.
  • Objetos. Existen relojes con la numeración invertida.
  • Alianza. Los enamorados catalanes exhiben el anillo en la mano izquierda como los australianos, británicos, italianos y norteamericanos, entre otros. 
  • Revolución francesa. Los diputados partidarios del veto real se agruparon a la derecha del presidente. Por contra, los que se oponían al veto se colocaron a la izquierda, la mayoría del tercer estado.
  • Calamidades. Los días aciagos nos levantamos con el pie izquierdo.
En este sentido, Marina Lozano puntualiza que la lateralidad manual se ha analizado a partir de diferentes perspectivas. Por ejemplo, desde el punto de vista de las herramientas, «se han llevado a cabo numerosas investigaciones sobre cómo tallaban los diestros y cómo lo hacían los zurdos con el objetivo de inferir diferencias en los movimientos o en el tipo de extracciones». Otra posibilidad es observar esas marcas en los animales que procesaban con las herramientas. No obstante, Lozano indica que estos procedimientos solo aportan evidencias indirectas, por lo que se opta por analizar a partir de los dientes. Para ello, en uno de los experimentos se preparó un montaje al que se prestaron voluntarios. «Colocamos dientes humanos extraídos, incisivos y caninos, en un protector bucal y realizando el mismo movimiento de los homininos, los diestros dejaron marcas en una dirección y los zurdos en otra. A partir de todo ello, fuimos a mirar a los fósiles». 

Mientras, por lo que respecta a la proporción de unos y otros a lo largo del tiempo, ya en la Prehistoria el dato era similar al actual. Es decir, «habría uno o dos zurdos de cada diez».

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