Ricky Gil llega a Reus para protagonizar el concierto inaugural del Accents 2021. Este viernes a las 20.30h en el Jardí de la Casa Rull junto al grupo Biscuit como banda de apoyo, el líder de los históricos Brigthon 64 junto a su hermano Albert, presentará su primer disco bajo su propio nombre y grabado en catalán titulado Infinites rutes invisibles. Entradas anticipadas a la venta en entradium.com.
Estrena su primer disco firmado exclusivamente con su nombre. ¿Un reto ‘empezar de nuevo’?
Siempre es un reto iniciar un nuevo proyecto, y más cuando se trata de grabar un primer disco en solitario. Pero no tengo la sensación de ‘empezar de nuevo’, es más bien otra etapa de mi carrera, donde cada paso no se entendería sin los anteriores.
¿Es un proyecto prepandémico y cocinado en casa durante los días de confinamiento y restricciones?
La idea general me rondaba desde hacía años, pero la pandemia fue sin duda el detonante para componer las canciones. De pronto tuve más tiempo para concentrarme y pensé que era el momento ideal para hacerlo. Contacté con los músicos en pleno confinamiento y empezamos a ensayar en cuanto pude escaparme.
¿Cómo le ha afectado a usted y a los suyos lo que nos ha tocado vivir?
Hemos tenido mucha suerte. No hemos tenido que lamentar ninguna situación grave. Pero el derrumbe de la vida cultural y la suspensión de conciertos durante un tiempo tan prolongado han sido un golpe muy duro.
¿Hay mucho de personal en el disco o es más bien generacional?
Una cosa lleva a la otra. Como las letras son muy personales, supongo que deben de ser también el reflejo de mi propia generación. Pero no es algo buscado. En algunas canciones he intentado ponerme en la piel o dirigirme a la gente más joven que yo, que sinceramente me interesa más que los adultos porque el futuro les pertenece y me gustaría que lo manejaran mejor que nosotros.
Se le nota más rockero y con más furia que nunca, un cambio que ya se apreciaba en el último disco de Brigthon 64. ¿De dónde surge esa furia?
Es una furia contenida que tenía que estallar de alguna forma. En el caso de Brighton 64, por la represión política y policial que vivimos en los meses anteriores a la grabación del último disco. Y en el caso de mi disco en solitario, el contexto de frustración generado por la pandemia hizo que aumentara la intensidad de las letras y el volumen de los amplificadores, porque el simple hecho de reunirse seis personas en un estudio de grabación o en un local de ensayo ya era una especie de milagro.
Se ha juntado con Biscuit, ¿cómo surgió la idea?
Prefería contar con una banda que ya existiera y que sonara como un cañón que tener que ir reclutando a músicos uno por uno para la grabación. Pensé en Biscuit porque son una de nuestras mejores bandas y sabía que encajarían con el tipo de canciones que había escrito. Lo que no me esperaba es que se implicaran de una manera tan seria y entusiasta en todo el proceso, incluidos los conciertos en directo, que están siendo una gozada. Una vez más, he tenido mucha suerte.
Defiende su nuevo disco con esta banda, pero se ha atrevido también a ‘desenchufarse’ como tantos rockeros están haciendo. ¿Se siente cómodo con la acústica también?
Me siento cómodo y a lo largo de los años también he actuado en solitario con una guitarra acústica y un teclado, aunque prefiero tocar con banda. En cuanto al disco, las tres canciones ‘desenchufadas’ me parecían necesarias para dar un respiro al oyente entre tanta electricidad. Siempre me han gustado los discos que alternan la calma con la tempestad.
Por cierto, en su disco cuenta con Joana Serrat, que también actuará en el Accents.
Más allá de su calidad como artista, admiro de Joana el camino que ha emprendido en su carrera, un poco al margen, pero imponiendo a cada paso su personalidad. Contar con ella en mis canciones ha sido un lujo y la grabación fue muy emocionante. Seguro que su concierto en el Accents será memorable.
Se han cumplido tres décadas de ‘Nevermind’ de Nirvana. Usted ya estaba ahí cuando apareció Kurt Cobain, ¿le interesó ese movimiento?
La historia del rock es una de mis pasiones y en general me interesan todas sus etapas. Escuché a Nirvana en su momento y sin duda me impactó la figura de Cobain como personaje carismático que por un instante trasladó los conceptos del punk a un público de masas. Pero si me preguntaras por mis artistas favoritos, no creo que apareciera en la lista.
¿Le gusta escuchar sus primeros temas de hace más de 30 años?
Aunque los escucho poco, sí que me gusta hacerlo. Es una manera muy barata de viajar en el tiempo. Sobre todo, te das cuenta de todo el trabajo e ilusiones que pusiste en cada proyecto. Y eso hace que lo valores más allá del resultado artístico o de la repercusión que tuvo.
¿Hasta que el cuerpo aguante con la música?
Eso espero. Y cuando el cuerpo no aguante, tocaremos sentados en una silla.