El Mauritshuis de La Haya ha presentado esta semana los resultados de una investigación sobre tres pinturas de su propia colección atribuidos a Rembrandt van Rijn y se ha demostrado que dos de las obras no son auténticas del pintor neerlandés, aunque sí se hicieron en su taller, pero se mantienen las dudas sobre la autoría del tercer cuadro.
Tras cinco años de investigación, el museo ha confirmado que Retrato de Rembrandt con cuello de encaje (1629) y Estudio de un anciano (1655-1660), que durante años fueron atribuidas a Rembrandt, no son en realidad obras del neerlandés, mientras que Tronie de un anciano (1630) sigue generando dudas y no ha podido ser atribuida con certeza. Las pinturas pudieron haber sido hechas por un alumno o asistente del maestro barroco.
La investigadora Carol Pottasch explicó, en una rueda de prensa en el museo, que el análisis de la madera permite concluir que las obras vienen del taller del artista: «Al contar los anillos del árbol en los bordes de las obras, te das cuenta de que tienen un patrón único, como una huella digital, y eso coincide con obras que son auténticas de Rembrandt».
Se sabía desde hacía 25 años que Retrato de Rembrandt con cuello de encaje no era un verdadero Rembrandt, puesto que en 1999 se encontró un boceto preparatorio bajo la pintura, lo que no es típico de sus obras, y eso permitió descubrir que es una copia de un autorretrato temprano, cuyo original está en el Germanisches Nationalmuseum en Núremberg (Alemania). La pintura Estudio de un anciano lleva la firma auténtica de «Rembrandt f» (Rembrandt fecit», hecho por Rembrandt), pero, subraya la pinacoteca, en el siglo XVII no era raro que un maestro firmara el trabajo de un alumno, puesto que se vendía mejor.