Peligros y oportunidades del Metaverso

Los expertos afirman que, con la nueva «criatura» de Zuckerberg, los usuarios acabarán dedicando más tiempo y energía al ‘simulacro’, compartiendo más información personal, y que el acoso en redes se verá potenciado.

09 enero 2022 16:46 | Actualizado a 09 enero 2022 16:50
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Mark Zuckerberg sin duda pasará a la historia como uno de los hombres clave a la hora de explicar la deriva de la humanidad en los últimos veinte años. ¿Su mérito? Crear la red social Facebook y, con ella, una forma de relacionarnos.

Después de casi dos décadas, el joven visionario anunció hace unas semanas que está preparando un innovador proyecto bautizado con el prometedor nombre de Metaverso. La nueva «criatura» de Zuckerberg, tal y como él mismo explicó, es un espacio de interacción de máquinas, avatares idealizados y un nuevo mundo virtual donde arte, arquitectura, belleza y ficción se encuentran para socializar, comprar o hacer negocios. Y todo ello, «por obra y gracia» de la realidad virtual y la realidad aumentada.

«Zuckerberg llevaba meses hablando del metaverso, y Facebook lleva años invirtiendo cantidades astronómicas en desarrollar o comprar dispositivos y funcionalidades de realidad virtual», asegura Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador del grupo GAME (Aprendizajes, Medios de Comunicación y Entretenimiento), quien asegura que, según el responsable de Meta, este proyecto tardará todavía una década en materializarse.

Ahora bien, ¿qué tecnología hará posible el «milagro»? Los expertos vaticinan que se implementará la futura 6G. Esta nos permitirá ponernos unas gafas de realidad aumentada y ver información sobreimpresa en nuestro campo visual, o unas gafas de realidad virtual que nos den acceso a una infinidad de experiencias insospechadas. «La 6G probablemente se abrirá camino en sectores como los videojuegos, el cine, la televisión, la moda, la música, la publicidad y, por qué no, las agencias de viajes, que podrán proponer vacaciones en el metaverso», pronostica Pierre Bourdin, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC.

Pros y contras
El profesor Lalueza considera que, en caso de materializarse, «en cierto modo, el metaverso puede contribuir a la sostenibilidad del planeta evitando desplazamientos y determinados dispendios. Además, continúa, puede proporcionar experiencias muy realistas a personas que, de otro modo, difícilmente tendrían la oportunidad de vivirlas, lo cual, hasta cierto punto, conlleva un efecto democratizador».

En el otro lado de la balanza encontraríamos los contras, esto es, los riesgos que Lalueza considera que contendría este futuro mundo virtual. El experto señala tres: «El primero, que acabemos dedicando más tiempo y energía al simulacro que supone el metaverso. Esta hipótesis puede parecer inconcebible, pero, de hecho, las redes sociales actuales ya generan en muchas personas la necesidad de hacer cosas con la única y exclusiva finalidad de exhibirlas después en esas plataformas. 

El segundo peligro es que con las acciones que desarrollemos en el metaverso revelaremos mucha más información sobre nosotros mismos -y de un modo más inconsciente-  que con los contenidos que compartimos en las redes de hoy, que muchas veces ya resulta imprudentemente excesiva. Y el tercero es que ciertas lacras como el acoso y el discurso de odio pueden verse dañinamente potenciadas por la naturaleza inmersiva y altamente realista del entorno».

En esta misma línea, Pierre Bourdin advierte que «aunque este mundo sea virtual, las experiencias que las personas vivirán allí serán reales. Quiero decir que, un problema en el mundo virtual, como una frustración o una exclusión, puede generar traumas reales».

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