En 1983, el alcalde de La Secuita, Joaquim Selma, decidió juntar a diez amigos para hacer un grupo de habaneras amateur. Cuarenta años después, siguen haciendo actuaciones por Catalunya, Aragón, Andorra y han realizado algunas giras internacionales.
Actualmente son cinco los integrantes que quedan en activo: Rafael Molné, hijo de Constantí que vive en Tarragona; Àngel, de Bellmunt del Priorat, como voz tenor; Maria Teresa, de Reus, en el acordeón; Anton, de Riudecols, en la guitarra; y Damià, técnico de sonido.
Durante sus primeros años hacían más de setenta bolos al año cada temporada, de mayo a octubre. Esto hacía que muchas veces coincidiesen varios días seguidos de bolos. Pero todos los participantes tenían sus trabajos aparte del grupo.
Por eso, Rafel Molné, miembro del grupo, recuerda momentos en que llegaba a las cuatro y media de la mañana a casa, se duchaba e iba a dormir al taller para despertarse a las seis, cuando empezaba su turno. Al salir, comía algo rápido y volvía a la carretera para hacer cien quilómetros en coche para otro bolo. Algo que admite que hacía con ilusión a pesar del cansancio, porque le encanta subirse a los escenarios.
Durante sus primeros pasos hacían más de 70 bolos cada año entre los meses de mayo y octubre
De todo lo que ha vivido, lo mejor para Molné «ha sido conocer tantas personas y estar en tantos pueblos de Catalunya». Aunque también recuerda con mucho cariño momentos que solo han sido posibles gracias a estar en Olla Barrejada. Como estar de gira diez días cantando por Cuba o cantar en el programa 3x4 de La 1 presentado por Julia Otero.
«Lo peor, probablemente sea no sentirse acogido en casa», dice Rafel. Lamenta que hace más de 8 años que no se hacen habaneras por Sant Magí: «Nosotros cantamos la última habanera de las fiestas hace 8 años».
De hecho, se hizo hace muy poco un encuentro de habaneras en Calafell y lo llamaron Trobada d’Habaneras de la Costa Daurada, pero Rafel explica que ninguna de las agrupaciones eran «ni de la Costa Daurada ni de la provincia de Tarragona» y añade, «los grupos de habaneras de Ordal (Alt Penedès) para abajo, parece que no existimos.
Afirma que se llevan muy bien con el resto de agrupaciones con las que se han ido encontrando durante estos cuarenta años. Les gustaría celebrar en octubre su aniversario con otra agrupación pero esperan contar con el apoyo de algun ayuntamiento o patrocinador para poder ofrecer un espectáculo a la altura.
El futuro
En cuanto al futuro del grupo, Molné no cree que puedan llegar a celebrar los 50: «de momento, queremos continuar, pero no me veo subido al escenario con 80 años».
Todos los integrantes son mayores y no hay un relevo a la vista, lo que supondría el final de la formación, la más antigua en activo de la demarcación. A esto se le suma el hecho de que su público habitual supera los 55 años de edad, algo que hace muy difícil encontrar nuevos perfiles dispuestos a heredar Olla Barrejada.
De todas formas, Molné lo deja claro: «Si alguien quiere continuar con el grupo, le daré el nombre y lo que necesite».