«No es mi intención provocar; la controversia me persigue»

Samantha Hudson está de moda: radio, televisión, redes... Sin duda es uno de los nombres propios del panorama underground y alternativo nacional, a la vez que sigue en la brecha como un icono de la lucha LGTBI. Más allá del punto de provocación en sus respuestas, al teléfono llama la atención la precisión y la riqueza de vocabulario en la manera de expresarse de esta mallorquina de 23 años. Participará en el festival Teta de Tarragona, que tendrá lugar el fin de semana del 2 y 3 de junio.

¿Qué vamos a ver y escuchar el 2 de junio en Tarragona?

Estábamos girando con el espectáculo del Sónar del año pasado, y ahora con el estreno de Aove, mi último disco, nos faltaba algo más sencillo y adaptable a un tiempo más reducido. Hemos creado un espectáculo con una parte de monólogo que se funde con canciones y versiones adaptadas al piano de Zazo. El resultado está en la onda del mundillo de las varietés, pero a la vez moderno y subversivo, algo como una Sara Montiel no binaria.

Nos comentan que es una actuación muy especial.

Habrá de todo, yo tengo una parrafada enorme, escrita por mí, yo la categorizo como filosofía pop, con temas que a mí me interesan. Que nadie se asuste, para nada va a ser algo aburrido, pesado o denso... Es un show muy ameno, también con música pregrabada para que la gente se mueva y se lo pase bien. Hemos estrenado en Avilés y funcionó muy bien. Tocamos muchos palos, quiero mostrar que conquistar todo es posible para Samantha Hudson.

¿Qué has querido volcar de ti en Aove?

Viene de una época complicada, de mucha noche. Empieza mayo, y ‘chao pescao’, porque empalmas clubs, festivales... Todo es trabajo, pero cuando arranca el año escolar mis amigas se entregan a la chanza, al guateque y al desmelene. Yo como una borrega las sigo. Es un momento para conocer la rave, las macrodiscotecas, el parkineo, nuevos sonidos candentes entre mi generación y las criaturas que se mueven en la noche. Es música para hacerle al amor a las pistas de baile, con algo de affaire esporádico, desazón y también un punto de disyuntiva.

¿Qué hay de provocación en tus espectáculos?

No es mi intención provocar, la controversia me persigue. Es la polémica la que persigue a Samantha Hudson. Yo utilizo un lenguaje apto para las familias, otra cosa es si te sientes provocada o pongo patas arriba tu esquema. Pienso que, si se escandaliza, la responsabilidad es de la otra persona y de esa muchedumbre de gente que piensa igual. No tengo la culpa si llega una nena rubia de 23 años y esto acaba como el rosario de la aurora.

Comienzas a ser muy conocida, ¿cómo llevas el paso de la cultura alternativa a la de masas?

Muy bien, la verdad. Samantha Hudson queda estupenda en todos los sitios. Más allá del ritmo de trabajo, o condiciones de contratos, no he notado mucho la fama en el día a día. Yo soy una persona sencilla, muy de salir con mis amigas.

Eres un icono LGTBI. ¿Cómo valoras participar en un festival como el Teta que aboga por la tolerancia y la libertad para vivir el feminismo de diferentes maneras?

Yo estoy encantada de ir a cualquier sitio donde crean que interesa mi propuesta. Si, además, los promotores valoran las ideas con las que yo comulgo, pues mucho mejor. Lo importante es conquistar espacios e ir dando pasos. Si son espacios seguros, siempre es una victoria doble. Ganamos dos veces, con un valor al cuadrado.

¿Queda mucho por avanzar en un país todavía tan machista?

Siempre va a quedar mucho, porque la gente no va a dejar de ser intolerante. Nunca hemos cantado victoria, porque siempre nos sentimos al borde de una regresión. Por eso es tan importante seguir adelante con más acción.

¿Qué te espera durante el verano?

Pues estoy bastante liada, con un trajín que no te menees. Estoy con preparativos de shows, charlas para dar visibilidad al colectivo LGTB, presentaciones de galas, televisión... el Tetafest, Sónica, Sónar Noche... Voy con la lengua fuera, creo que voy a echar el pulmón por la boca.