El Calafell Beach Festival tiene hoy en su escenario (22.30 horas) al artista más eurovisivo de todos los que forman parte del cartel y uno de los más jóvenes y con mayor proyección. Hablamos del simpático Miki Núñez quien aterriza con su banda de amigos de toda la vida para presentar ‘Iceberg Tour’ y su segundo disco de estudio. Miki Núñez es de los que se deja toda la energía en los conciertos, de los que alegran las noches de verano y de los que viven la música con toda la felicidad del mundo.
Antes de entrar en materia, recientemente se ha tomado un par de días de descanso para coger con más fuerza la gira de verano. ¿Usted es más de viajar lejos, quedarse cerquita de casa, amigos, familia…?
Estoy muy contento y muy feliz, pero la verdad es que tengo pocos días de vacaciones y me gusta estar con todo el mundo, así que lo voy combinando e intento compartirlos con toda mi gente. También me gusta estar algún día tranquilo en casa con Sara, mi pareja, y Bombi y Blu, mis mascotas.
El año pasado tuvo la gran suerte de tener bastantes conciertos y este año también tiene una agenda bastante llena. ¿Se siente afortunado de tener tanto trabajo?
La verdad es que sí porque con la pandemia muchos compañeros no pudieron tocar y yo tuve un verano bastante ocupado. Se agradece mucho tener trabajo, ver que todo se vuelve a reactivar y teniendo en cuenta que mi trabajo es mi gran hobby, no me cuesta nada hacerlo y lo disfruto muchísimo.
Desde que salió de Operación Triunfo, las cosas le han ido muy bien y la gente le quiere mucho. ¿Cómo se siente desde su paso por la famosa academia?
Estoy superfeliz con todo lo que me pasa. Es muy reconfortante ver que todo el trabajo tiene su fruto y me siento muy orgulloso de mi gente y todo mi equipo.
Dice siempre que Eurovisión le sirvió de escaparate y para que millones de personas le pusieran voz y cara a un chaval de Terrassa. Para quién aún no le conozca, ¿cómo se presentaría?
Pues eso, como un chaval que estudia música desde que era muy pequeño, muy currante, muy constante y con la gran suerte de participar en Operación Triunfo y Eurovisión, y que a día de hoy vive de lo que le gusta que es cantar y componer.
¿Algo negativo en todo lo que está viviendo?
Bueno, estar lejos de la gente que quieres no es fácil y tengo que dejar mis mascotas a cargo de mis padres, pero, por otro lado, tengo la suerte de que mi banda y el staff son mis amigos de toda la vida y me hace muy feliz.
Tengo que decirle que hace unos días usted publicaba en Instagram que tenía 5 conciertos en 48 horas y decía que estaba agotado.
Es que eso fue mortal, pero a pesar de estar muy, muy cansado, sobre todo estaba muy feliz. Ver que la gente quiere escucharnos y estar con nosotros en directo es maravilloso. Me siento querido y siento que el trabajo de tantos años, da su fruto. Es muy chulo ver que la gente se hace suyas mis canciones y viene a compartirlas en cada bolo.
¿Cómo es el ‘Iceberg Tour’ y qué veremos esta noche en Calafell?
Es una locura. Llevamos desde los 12 años tocando por los escenarios y este tour es lo más, es una pasada. Hemos puesto toda la carne en el asador, hacemos un directo superpotente, superdivertido, con todos los temas que tenemos y aunque estemos en pandemia, te aseguro que quien viene se lo pasa súper bien y se va feliz. Además hoy es de los primeros bolos que hacemos al aire libre y te aseguro que será muy guay.
Habla todo el rato de su banda, que son sus amigos de toda la vida. ¿Usted los adora?
Es que no tendría ningún sentido estar en un escenario sin ellos. No pasa por mi cabeza girarme y no verlos porque hemos crecido juntos y nos lo pasamos tan bien.
Es muy amigo de excompañeros de OT como Dave y Joan Garrido y tanto ellos como su pareja Sara Roy le acompañan muchas veces. ¿Qué chulo sería tocar juntos, no?
Nos lo hemos planteado muchas veces y ya te digo que alguna noche lo haremos por alguna plataforma, pero es complicado combinar agendas de todos.
¿Pensaba que todo esto le pasaría o la realidad supera la ficción?
Supera todas mis expectativas y como dice la canción no me esperaba nada de lo que me está pasando. Es una locura todo y estoy eternamente agradecido. No me cabe en la cabeza que la gente se gaste el dinero para venir a un concierto y salga feliz de ahí. ¡Qué guay!
Usted es de los que ha demostrado que se puede cantar en dos lenguas, catalán y castellano, y no pasa nada.
Es que para mí es la cosa más normal del mundo porque soy bilingüe. Una grandísima parte de la gente joven no tiene ningún problema y está muy abierta a escuchar música en cualquier idioma. Igual que lo hace en inglés y en francés y no entiende qué dicen las letras, cómo narices no va a escuchar las lenguas oficiales. Cuando pasa algo negativo es por ideas políticas y no habría que mezclar. Nosotros cantamos Escriurem en todas partes de España, la gente la pide.
Por cierto, qué oportunidad colaborar en el último disco de Txarango junto a Dave.
Txarango fue el grupo revelación para mí y para muchos adolescentes hizo que quisiéramos cantar y tener una banda propia. Cantar con ellos ha sido la culminación de mi adolescencia.
¿Qué final le pone a este verano de 2021?
Me gustaría estar muy, muy cansado y muy orgulloso de todo lo que he trabajado. Me gustaría tener la gira del año que viene medio preparada y un tercer disco a punto de caramelo.
Por cierto, nos declaramos muy fans de sus stories en Instagram donde usted sale despeinado, con alergia, con cara de dormido y humaniza tanto al artista.
Es que a mí esta parte de ser el influencer perfecto no me sale. Y yo veo que la gente agradece la naturalidad, que vea que eres un chaval normal y cercano.
¿A quién le da las gracias por todo lo que ha conseguido hasta ahora?
Sobre todo a mis padres por haberme obligado a estudiar música cuando era pequeño y porque me decían que la música te da una sensibilidad especial y creo que es cierto.
