Francis Ford Coppola es, a sus 85 años, uno de los últimos directores míticos del cine. Atrás han quedado títulos clásicos como Apocalypse Now (1979), Rebeldes (1983), La ley de la calle (1983), Cotton Club (1984), Drácula (1992) y, por supuesto, la trilogía de El Padrino, cuya primera entrega (1972) es sencillamente de lo mejor que se ha hecho nunca en la historia del celuloide. De hecho, está considerada por la mayoría de críticos como la mejor película jamás filmada. Ya está. Con esoya está todo dicho de Coppola.
Pero todo, todo, no. Por en medio de esos títulos, otros muy discretitos y otros que son auténticos plomos. Y, en los últimos años, el cineasta de Detroit se ha dedicado a hacer o producir documentales sobre colegas de profesión como Spielberg, Friedkin, Wenders, Bergman y una larga retahíla.
Sirva todo esto para explicar que Coppola es, sencillamente, susceptible de lo mejor y de lo peor. Un genio irregular con más de 60 años de carrera, en la que Metrópolis supone la culminación, el megaproyecto en el que ha trabajado durante toda su vida.
Esta sátira retrofuturista transita entre la maestría de la que es capaz Coppola hasta la peor de sus vulgaridades y con tintes tan pretenciosos como excesivos en su crítica sobre la decadencia de la civilización occidental, que el cineasta presenta filtrada por la iconografía propia del Imperio Romano y su posterior caída.
Colosal Aubrey Plaza
Megalópolis es una distopía ambientada en una América moderna imaginada. Así, la ciudad de Nueva Roma -véanse los paralelismos- debe cambiar, lo que provoca un conflicto entre César Catilina (un genio artista que busca saltar hacia un futuro utópico e idealista) y su opositor, el alcalde Franklyn Cícero, que sigue comprometido con un statuo quo regresivo, perpetuando la codicia, los intereses particulares y la guerra partidista. Dividida entre ellos está la soliciatè Julia Cícero, la hija del alcalde, cuyo amor por César ha dividido su lealtad, obligándola a descubrir lo que realmente cree que la humanidad merece.
La película se presenta como una lucha por el poder, al tiempo que construye dos historias de amor tocadas por la adversidad: la que protagonizan César y la hija de Cícero -una especie de Romeo y Julieta- y la que aún une a César con su esposa fallecida.
Dos apuntes finales: lo mejor es el trabajo de Aubrey Plaza, en un rol que parece entrecruzar a Ofelia con Lady Macbeth. Y, como colofón, ya saben que toda obra de Coppola empieza siendo vilipendiada para -años después como pasó con Apocalypse Now, por ejemplo- acabar convirtiéndose en obra maestra. No sé si nos dará ya para verlo.
Otros estrenos
‘Soy Nevenka’
En el año 2000, Nevenka Fernández, concejala de Hacienda en el Ayuntamiento de Ponferrada, sufre una persecución implacable, tanto sentimental como profesional, por parte del alcalde, un hombre acostumbrado a hacer su voluntad en lo político y en lo personal. El ‘caso Nevenka’ llevado brillantemente a la gran pantalla.
‘La virgen roja’
Un perturbador cuento gótico que narra la historia de Hildegart, ceducada por su madre Aurora para ser la mujer del futuro, convirtiéndose en una de las mentes más brillantes de la España de los años 30 y uno de los referentes europeos sobre sexualidad femenina. Gran actuación de Najwa Nimri.
‘El hombre del saco’
Durante siglos, los padres han advertido a sus hijos sobre el temible Hombre del Saco, un ser maligno que rapta a niños inocentes y los aparta para siempre de sus familias. Patrick escapó de sus garras por los pelos en su infancia, pero el trauma que le generó aquel encuentro le ha perseguido desde entonces.
‘Emmanuelle’
Remake del porno-soft más famoso del cine protagonizado desde 1974 y durante 4 entregas por Sylvia Kristel. La nueva adaptación de la novela de Emmanuelle Arsan llega 50 años después de su gran éxito y con un intento de tintes más filosóficos. Este es un fallido thriller erótico con buen arranque pero decepcionante desarrollo. ¿Realmente era necesaria?
‘The Concierge’
Akino es una conserje en prácticas en los grandes almacenes Hokkyoku, una tienda única que atiende exclusivamente a animales. Bajo la atenta mirada del gerente de planta y los conserjes veteranos, Akino se esfuerza por complacer a los exigentes clientes y resolver sus inagotables deseos y problemas, todo con el objetivo de convertirse en una conserje de pleno derecho.