Naturaleza y deporte se unen alrededor de las pasarelas de la ruta del Parrizal de Beceite, que muchos y muchas tarraconenses conocen, puesto que la comarca del Matarranya, donde pertenece la localidad, hace frontera con la Terra Alta y con el Montsià.
El camino cruza el río Matarranya y cuenta con seis kilómetros contando la ida y la vuelta, y puede completarse en unas dos horas. Se trata de una actividad de pago (diez euros) aunque en los meses de enero y febrero el acceso es gratuito.
Los momentos ideales para llevarla a cabo son la primavera y el otoño. Actualmente, algunos puntos se encuentran secos debido a la pertinaz sequía que vive el territorio.
Los cinco kilómetros de distancia entre la población de Beceite y el Parrizal se realizan por un camino rural asfaltado, estrecho, de doble sentido de circulación y sin arcén peatonal ni carril bici.
La ruta se inicia en un paseo de poco menos de un kilómetro. Se trata de un camino sin asfaltar y en el que pueden observarse las pinturas rupestres de La Fenellassa, Patrimonio de la Humanidad.
Llegando al final de la primera parte de la excursión, en el Pla de la Mina del Parrizal, pueden observarse las antiguas instalaciones que se utilizaban para el transporte del carbón de las minas.
Desde allí, se comienza propiamente la excursión a través de las pasarelas. El camino remonta el curso del río para alcanzar su cabecera, hasta llegar a los Estrechos, dos paredes verticales de piedra de 200 metros de largo, de sesenta metros de altura y en algunos puntos de un metro de ancho.
Los tramos más difíciles están acondicionados con unas pasarelas de madera con pasamanos para evitar el baño, ya que este está prohibido en absolutamente todo el tramo. El recorrido no se puede hacer montado en bicicleta y no está permitido el acceso a los perros.
La pesquera, ocho kilómetros de baños
Otra de las opciones en la zona es llevar a cabo la ruta de La pesquera, a la vera del río Ulldemó. Son unos ocho kilómetros y, en este caso, sí que se permite el baño.
Se trata de un espacio de gran belleza visual, donde puede disfrutarse de las numerosas pozas que se han formado gracias a la erosión del río sobre las rocas.