Ha llegado el momento de hacer una pausa y tomar un café. En la mayoría de oficinas podemos encontrar la maravillosa máquina de café, que es capaz de sacar cafés, chocolate... Depende del día, tiene un sabor y, depende del día, otro, son los misterios inexplicables de la máquina de café. Algunos datos curiosos: la primera cafetería de la historia se abrió en Londres en 1652 y según un estudio que se realizó en USA, los profesionales que más café consumen son los que trabajan en los sectores del marketing, investigación científica y relaciones públicas. Aunque hay la creencia que es Colombia, en realidad el país que produce más café es Brasil con un 30% de la producción mundial.
Este es el juego perfecto mientras hablamos con los compañeros de trabajo y todos tenemos un café en la mano. Aparte, necesitaréis una varita mágica. ¿No la tenéis? Ningún problema, soy un mago con recursos, el pequeño palito de plástico del café (llamado paletina) será vuestra varita mágica. Primero os explico brevemente el efecto y después el secreto.
Seréis capaces de romper y recomponer la paletina de plástico que usamos como cucharilla, y lo más interesante y sorprendente es que solo se usa una paletina de plástico, no hay duplicados... En este punto, seguramente debéis de estar cada vez más intrigados y con ganas de saber el secreto, ¿me equivoco?
Aquí va la explicación: cogéis vuestra paletina de plástico y, con la excusa de limpiarla para el experimento, pedís un pañuelo de papel y poned la paletina en el centro, cerráis el pañuelo para limpiarlo, pero en realidad lo que haréis es desplazar la paletina hacia un lateral del pañuelo, movéis un poco los dedos como si la limpiarais y hacéis la acción de romperla con vuestras dos manos acompañada de la sutilidad siguiente:
Las dos manos estarán juntas al hacer la acción aparente de romper la paletina, los dos pulgares están juntos y una uña del pulgar en contacto con la del otro, de forma que al hacer la acción de romper, la uña de un pulgar pellizca la otra presionando un poco y se produce un sonido «TAC»; tenéis que hacer que este sonido sea un poco fuerte y, cuando hacéis esta acción, acercar el pañuelo al oído de la persona a quien le hacéis el truco para que lo pueda escuchar bien.
Cómo habéis podido deducir, la parte auditiva del juego es la que refuerza la ilusión que la paletina se rompe. Después solo hay que abrir el pañuelo de papel, decir vuestras palabras mágicas favoritas y comprobar que la paletina está entera.