En una fría mañana a las puertas de la época navideña aparece la cabeza decapitada de una joven en una calle de San Francisco. A este tétrico descubrimiento público, que genera el terror en la ciudad, se une la localización del resto del cuerpo en el domicilio de la muchacha, colocado en una extraña postura. Las sospechas de la policía hacen que los jefes decidan recurrir a un agente especialista en asesinatos en serie. Y es que el crimen de la joven Sarah Evans es tan solo el principio de una obra macabra.
‘El Verdugo’, como apodan al homicida, ha sembrado el pánico entre la población, pero también ha despertado el interés de algunas personas, como el periodista español afincado desde hace unos meses en San Francisco, Fernando Forns, quien cree que no se está haciendo un seguimiento correcto de los sucesos desde la vertiente periodística.
Alexandre Escrivà, el autor de El último caso de William Parker, es un reconocido clarinetista nacional y, aunque la música es su gran pasión y su profesión principal, cuenta que desde pequeño quería ser escritor. «En mi último curso del instituto, participé en un concurso literario y, al día siguiente de la entrega de textos, mi profesor de literatura vino a mi mesa para hablar sobre el mío. Me dijo que era muy bueno, pero que no se creía que lo había escrito yo y, por tanto, no valoró mi propuesta», relata.
Una frustación motivada por una decisión injusta que no permitió que se arrancase a redactar su primera novela hasta años después, por allá el 2020. Ahora, con tan sólo 26 años, Escrivà publica su ópera prima de la mano de Alfaguara negra.
A caballo entre Joël Dicker y Javier Castillo, Escrivà sabe crear una buena atmósfera de misterio y hacer dudar, de forma sólida, quién es el culpable y qué buscan realmente sus personajes.
Dos protagonistas, el inspector de policía especializado en asesinos en serie, William Parker y Fernando Forns, un periodista valenciano (originario de Tavernes de la Valldigna, la población natal del autor de la novela) que actualmente trabaja como camarero en San Francisco.
Cada uno de los dos tiene dos tramas, una ambientada en el presente del libro (año 2018), explicada por él mismo, y otra en el pasado, contada en tercera persona por otro narrador. «Una historia hilada por cuatro tramas», como explica Escrivà e hilvanada por la ciudad de las interminables calles empinadas y el puente carmesí, San Francisco.
El parón al que Escrivà sometió a su pluma durante años no ha sido en vano: ha permitido, como los buenos vinos, el reposo adecuado para pensar y redondear una buena historia y que logre quedar bien hilada. Para coger toda la forma, intensidad y acierto en cada página, perfilando bien cada personaje.
Su narración nos deja sin aliento capítulo tras capítulo y, por fin de nuevo, una novela policial nos regala giros absolutamente inesperados. Decía el escritor César Pérez Gellida sobre el libro que «los talibanes del género negro estamos de enhorabuena». Y así es.
El último caso de William Parker
Autor: Alexandre Escrivà
Editorial: Alfaguara negra
Páginas: 368