Dicen que la flor el diente de león simboliza el sol, y la curación emocional; y que para algunas culturas el número siete se asocia con la búsqueda de la verdad y la perfección. Pues bien, no podía tener mejores componentes este álbum ilustrado con sabor a leyenda, llamado Siete dientes de león. En él, Iris, una anciana gris que vive en una casita gris en mitad de un bosque gris, se pasa los días pescando, y solo logra salir de esa tristeza gris mientras sueña. Durante siete noches, siete colores aparecen en sus visiones, que dejan cada mañana en su almohada una huella, una señal de su existencia, mediante la forma de un diente de león con el color correspondiente: verde, rojo, azul... Ella les pone nombre y se compromete a que esos colores dejen de existir solo cuando esté dormida, para hacerlo también cuando esté despierta. ¿Y cómo pretende lograrlo? ¡Muy fácil! Plantando los dientes de león en la tierra y confiando en que crezcan y expandan su color por todas partes... Sin embargo, ante un mundo tremendamente gris es difícil luchar, y los impedimentos son muchos, sobre todo cuando llega la estación de las lluvias. ¡Menos mal que Iris no se rinde! Ella es toda una maestra pescando, ¿por qué no iba a poder pescar alguna de esas nubes que no dejan salir el sol?
Título: Siete dientes de león
Autora: Ledicia Costas
Ilustrador: David Sierra
Editorial: Nórdica Libros
Precio: 17.95 €
Ledicia Costas escribe con gran imaginación y destreza un maravilloso cuento sobre cuál habría podido ser la creación del arcoíris. «Esta historia sucedió antes de que existieran los colores», comienza la reconocida autora gallega haciéndonos una advertencia. Siguiendo la estela del cuento tradicional, perfectamente podría transmitirse este relato de forma oral, de generación en generación, y convertirse así en la leyenda que persigue. Sin embargo, sería una lástima perderse las increíbles ilustraciones que acompañan al texto en este álbum editado con esmero por Nórdica Libros (solo con ver los detalles de las páginas que separan la portada de la portadilla, me entenderás). David Sierra aporta con su increíble creatividad y su fantástico manejo del color un matiz surrealista, sobre todo en las escenas en las que Iris sueña con los colores. Me fascina cómo enlaza el mundo gris con el de color, cómo el dragón verde arrulla a una Iris dormida a la vez que interactúa con la protagonista de su subconsciente; cómo las tejas rojas de esa casita gris cobijan y elevan a dos Iris desdobladas. ¿Y la manera sutil en que empiezan a fusionarse los dos mundos a partir de ese primer sueño que da el pistoletazo de salida? ¡Fantástico! Primero son los dientes de león, después el manto de Iris, y sus botas, y su cesta... Hasta que llega esa explosión que lo cambia todo, que lo ilumina todo, porque por fin el sueño ha entrado en la realidad, Iris ha luchado con ahínco y sin rendirse hasta lograrlo. ¿Y el final? El final es espléndido, no podía ser otro que dar un sentido al tesoro que se esconde al otro lado del arcoíris, enlazándolo con esa otra leyenda, esta vez irlandesa, que apunta a una olla llena de monedas de oro que, según cuenta, un Leprechaun escondió allí hace muchíiiisimo tiempo, y que Iris podría completar.
Como ves, Siete dientes de león es una magnífica manera de seguir disfrutando de la magia que nos deja los últimos coletazos de la Navidad. En este fin de semana que los más peques esperan con ilusión la llegada de los Reyes Magos de Oriente, leer con ellos esta joya literaria y visual puede convertirse en toda una tradición con aspiración intergeneracional.
Ana Punset es escritora.
