«Todo está en la Biblia. Sus temas aparecen en muchas de mis novelas, siempre ha sido así. No es porque sea un ávido lector de la Biblia, pero contiene las mejores historias, aunque el motivo por el que elegí el tema de los hermanos ya no era solo por la Biblia, sino porque tenía una relación muy estrecha con mi hermano pequeño, que murió, sin los secretos oscuros de los de la novela». El noruego Jo Nesbo, creador del detective Harry Hole, también graduado en Economía, futbolista, cantante, compositor y agente de bolsa, explicaba de esta forma en rueda de prensa telemática la relación entre los dos protagonistas de su nuevo thriller, El rey de Os/El rei d’Os (Reservoir Books/Proa), que continúa la historia de El reino, publicada por las mismas editoriales. De hecho, esta primera parte vendió 50.000 ejemplares en España. En esta segunda, los hermanos Opgard, Carl y Roy, calificados en su día por Nesbo como Caín y Abel, despliegan nuevas maneras de quebrantar la ley para mantener su imperio: palizas, chantaje, amenazas, corrupción política y policial.
El noruego considera que los protagonistas luchan por enriquecerse en lo individual, pero también lo hacen por sus conciudadanos y lo contrapone a la actualidad. «Ahora, con las elecciones de Estados Unidos da la impresión de que el objetivo de la solidaridad se ha visto más debilitado y que el individualismo es lo que predomina». A pesar de todo, Nesbo no considera que estemos viviendo un momento peligroso en la historia de la humanidad. «Son unos tiempos que cuestan de juzgar porque nos estamos centrando en los peligros, forma parte del carácter humano, pero igual a toro pasado no es tan dramático. Es decir, en los 70 podría parecer que era la mejor década en la que vivir como joven, pero era un momento en el que la gente tenía miedo a una posible guerra nuclear, había organizaciones terroristas en diferentes países y en las grandes ciudades un mayor índice de delincuencia». Sin embargo, sí que reconoció que le preocupa «que uno de los países más fuertes del mundo militarmente, haya elegido a un presidente que ha formado un equipo de personas que no nos hacen sentir seguros».
Para Nesbo, no necesariamente hay una relación entre los delitos reales y la novela negra. «Es un vehículo para centrarme en la condición humana, en la sociedad y en las cuestiones morales y creo que en muchos sentidos esto es lo interesante porque lo que antes era la literatura religiosa, cuando se trataba del bien, del mal y de la moral, esto lo ha acabado adoptando la novela negra y en Escandinavia, en los años 60 y 70 fue la que arrojó luz sobre la sociedad, la que habló de la moral a nivel individual». En este sentido, aseguró que es en momentos de violencia, de guerra, cuando se consume más. «Cuando había bombardeos en Londres durante la Segunda Guerra Mundial, en los refugios, donde pasaban horas, leían novela negra. Sirve como escapismo a un lugar más seguro donde el crimen se acaba resolviendo y la armonía y el orden prevalecen».
Guardiola y el fútbol
Futbolista él mismo, en esta segunda parte presenta una subtrama sobre este deporte. «El principal motivo es porque en Noruega, como en muchos países, cualquier sitio por pequeño que sea, tiene su equipo de fútbol. En este caso, cuando los hermanos Opgard empiezan a arrojarle dinero, es algo cómico. Coger el fútbol a este nivel tan bajo y tomárselo tan en serio. Es una visión humorística sobre los tiempos que vivimos y la importancia que le hemos dado al fútbol en nuestras vidas». Nesbo destacó que, al contrario que ahora, en los años 70 no se hablaba de los entrenadores. «Se hablaba de los jugadores. A veces los veteranos del equipo acababan determinando el estilo de juego. Los entrenadores y directivos, en general, tienen menos importancia en los resultados. Los equipos médicos posiblemente sean igual de importantes para que los jugadores estrellas mantengan sus condiciones físicas. Guardiola posiblemente esté sobrevalorado. No él como entrenador sino la importancia que puede tener».
Jo Nesbo admitió ser totalmente libre a la hora de escribir. «No siento lealtad alguna hacia mis lectores. Posiblemente soy un egoísta porque escribo solo sobre lo que me hace disfrutar y supongo que eso es bueno para los lectores. Pero si alguien me dice que quiere una novela de Harry Hole, igual esto evitará que la escriba. Hay que recurrir a la psicología opuesta».
No obstante, sí está escribiendo una nueva novela de Harry Hole, además de que habrá posibles adaptaciones audiovisuales de sus obras.