‘Heretic (Hereje)’, la otra cara de Hugh Grant

Hay muchos actores que se encasillan en papeles o géneros de los que es difíciles alejarles. Nos hemos acostumbrado a relacionar a un actor o actriz con un personaje concreto o con una manera de afrontar películas muy similar.

Este bien podría ser el caso de Hugh Grant, al que descubrimos realmente en su faceta cómica -la más habitual, la verdad- en Cuatro bodas y un funeral (1994), a la que siguieron después otros éxitos como Nueve meses (1995), Notting Hill (1999), Mickey ojos azules (1999), Amor con preaviso y Un niño grande (2002), Love Actually (2003) o la trilogía de Bridget Jones. Son solo algunas de las casi 70 películas en las que ha intervenido el actor londinense, la mayoría comedias.

Pero Grant ha decidido mostrar la otra cara de su capacidad interpretativa, la que nos lleva al drama, el thriller y al terror.

De ser un primer ministro gamberrete en Love Actually o el amigo despistado que busca el amor en Cuatro bodas y un funeral, ha pasado ahora a dar miedo, mucho miedo. Grant ha trabajado realmente poco -o nada directamente- en el género del terror pero parece que llevara tiempo provocando los gritos y sobresaltos del personal.

A sus 64 años, en Heretic (Hereje) encarna al señor Reed, un teólogo que vive aislado en una casa sombría a las afueras de una ciudad de clima invernal. Dos chicas misioneras de la Iglesia de Jesús de los Santos de los Últimos Días llaman a la puerta equivocada y son recibidas por el diabólico Reed. Los tres se verán envueltos en un brutal juego del gato y el ratón durante una larga noche de tormenta, precipitándose los acontecimientos en una espiral de terror.

Hasta que se desencadena el pánico, el largometraje transcurre con ritmo pausado, levantando suspense minuto a minuto, en lo que tiene que mucho tiene que ver el trabajo de Grant, que cumple más que religiosamente en un filme sugestivo que logra atraer el interés del espectador con final interpretable para todos los gustos, que es lo que se lleva.

Con esta interpretación, Grant ha pasado a convertirse en el ‘mansplainer’ más malvado de la historia del cine, al tiempo que el filme mantiene en vilo con todos los giros oscuros de la trama.

Heretic (Hereje) ofrece intriga, aunque quizás las expectativas son tan altas que el final puede no estar a la altura de lo que va planteando. Pero, sin duda, es un filme hermético, angustioso y con tres interpretaciones brillantes. Sin duda, las casi dos horas de duración prometen al espectador una experiencia aterradora e inolvidable.

Apuesta por el terror de A24

Tras Hereditary (2018), Midsommar (2019) y, más recientemente, Háblame (2023), el estudio A24 presenta esta nueva y fascinante película de terror dirigida y escrita por los responsables de la taquillera saga de género Un lugar tranquilo: Scott Beck y Bryan Woods.

La película se estrenó en Estados Unidos a principios de noviembre, entrando directamente al top 3 del Box Office y recaudando más de 11 millones de dólares en su primer fin de semana. Con ello, Heretic (Hereje) se erigió como uno de los mejores estrenos en Estados Unidos de la productora A24.

1950. William Lee, un expatriado estadounidense en México, pasa sus días casi solo, salvo algunos contactos con otros miembros de la comunidad estadounidense. Su encuentro con Eugene Allerton, un joven estudiante recién llegado a la ciudad, le muestra, por primera vez, que finalmente podría ser posible establecer una conexión íntima con alguien.

El director de El gran showman nos ofrece este disparatado y divertido musical que narra la historia de Robbie Williams, uno de los artistas más conocidos del mundo, las experiencias que lo convirtieron en quien es y los demonios con los que luchó. Robbie Williams es interpretado por él mismo pero con cara de un simio gracias al CGI.

Almut y Tobias se conocen en un encuentro inesperado que cambia sus vidas. A través de pasajes de su vida en común −se enamoran, construyen un hogar, forman una familia− se nos revela una difícil verdad que amenaza con sacudir sus cimientos.

Un curtido gangster (Neeson) descubre que está empezando a perder la memoria. Decidido a enmendar las cosas con su hija y rectificar los errores del pasado, antes de que sea demasiado tarde intentará hacer lo que sea para redimirse. Pero las garras del mundo criminal no lo soltarán tan fácilmente y se verá obligado a enfrentarse a la organización para la que lleva más de 20 años trabajando.