«El silencio y el amor son lo mío». escribe Juan Antonio González Iglesias (Salamanca, 1964) en uno de los poemas que conforman esta nueva entrega, ‘Nuevo en la ciudad nueva’. Y es que cada libro de este poeta clásico y gamberro es un acontecimiento literario de verdad, una primicia renovada para nuestras letras de la mano de este autor que, orientado por las palabras, ha limitado su aventura al lenguaje desde, precisamente, el silencio, el amor. También desde la belleza, que es la inercia que atraviesa esta veintena de poemas que recorren su primer viaje a Nápoles, la ciudad nueva donde palpita lo antiguo, esa tensión de los opuestos, o de lo que parece opuesto, que abre las mañanas y que también vibra en la obra del poeta. Como si fueran ojos nuevos abiertos al encuentro y al asombro, ojos que trabajan la inocencia, González Iglesias va narrando su estancia en la ciudad italiana: un lunes en el museo donde se cruza con dos muchachos («el menos guapo de los dos / se queda con los ojos cerrados un buen rato), un domingo frente al mar, un almuerzo en la universidad, la visita a una imprenta o a la iglesia de los pescadores son algunas de las postales que nos envía desde su periplo en la ciudad italiana. En el prólogo que abre el libro dice que la insistencia es el destino de todo poeta. Tan reiterativo como extraordinario, tan predecible como iluminador (es decir, el que da sentido), en este nuevo libro vuelve a las mismas obsesiones que han venido formando sus libros, su voz entregada: la delicadeza cotidiana, la naturaleza y los hombres construyen el misterio de este autor, su forma de ir a cuerpo contra las prisas, el ruido y otras estafas de nuestro tiempo. Vendrán más alegrías para el profesor de Salamanca con este libro. Ya lo dijo él antes: «lo bueno para los buenos».
Nuevo en la ciudad nueva
Autor: Juan Antonio González Iglesias
Editorial: Visor
Que Piedad Bonnett es una de las autoras fundamentales de la poesía en español es algo que ya nadie discute, el merecidísimo Premio Reina Sofía Iberoamericana 2024 así lo constató. Lo que también empieza a ser incuestionable, si no lo es ya desde hace años, es su capacidad como narradora, su prosa deslumbrante y precisa que vino a quedarse para siempre en la memoria de todos los lectores que en su momento se acercaron a ‘Lo que no tiene nombre’ (Alfaguara, 2013), libro donde narra el suicidio de su hijo Daniel y que es ya un clásico de nuestra literatura, y uno de los mejores libros sobre el duelo. Seguramente el mejor que se haya publicado en nuestra lengua junto junto a ‘Mortal y Rosa’, de Umbral. La escritora colombiana ha regresado este año con ‘La mujer incierta’, un trabajo autobiográfico donde recorre su memoria y su experiencia en este mundo como mujer, como escritora. Regresa, por ejemplo, a ese libro ya mencionado, y dice: «En cada lector que se conmueve con ‘Lo que no tiene nombre’ Daniel está vivo de nuevo, por horas, por días. Y es así como ese libro me justifica». Regresa a su experiencia como profesora: «Toda pasión encierra felicidad. Y entre las mías se contó siempre la de enseñar». Y así va desgranando su identidad que nos invita a ahondar en la nuestra, que nos tranquiliza desde esa incertidumbre necesaria de los que dudan y avanzan. Lo incierto es lo más humano. Este libro puede entenderse como diario, memoria, novela o ensayo literario. Y es todo a la vez. Y mucho más. En la página 227 escribe: «Mis escritores preferidos son los que encuentro inimitables. Aquellos que me abruman con su inteligencia, con su capacidad metafórica, con la amplitud y complejidad de su mundo». Bien podríamos usar estas palabras para definirla.
La mujer incierta
Autora: Piedad Bonnett
Editorial: Alfaguara
Uno de los descubrimientos más sorprendentes de este año ha sido el libro ‘Vivero’, del escritor e investigador chileno A. J. Ponce. Este trabajo que fue reconocido como mejor obra literaria inédita del Gobierno de Chile 2022, curioso premio, ha dejado de ser inédito en este lado del mudo gracias a la editorial catalana dosmanos, en una cuidada edición que puede funcionar como regalo perfecto para estas fechas o para cualquier día del año. Regalar este vivero es regalar un trozo de vida, un paquete con un corazón o un trozo de víscera en su interior. Lo necesario suele nacer de lo convulso. Formado por relatos y poemas, con una notable capacidad para el aforismo relampagoso, ‘Vivero’ recoge todo lo vivo que palpita en las urgencias del autor: «Soy asexual, punto. Soy asexual, punto. Listado de animales que también son asexuales». Por sus páginas asoma la relación con el padre, con la madre, la relación entre sus progenitores, con su cuerpo y con su entorno más directo y crudo, el recuerdo del primer muñón que vio en su vida, una llamada telefónica durante una fiesta en una casa: «Escribo esto en las notas del celular, lo hago permitiéndome olvidar por algunos instantes que detrás de mí hay otra persona que quieres ocupar el baño». Ponce exige mucho alcance a sus palabras. Leo este libro como quien va detrás de un francotirador que no deja de apuntar a todos lados: «Fui abuso. Fui extremo». No dejaremos de seguir sus pasos.
Vivero
Autor: A. J. Ponce
Editorial: dosmanos