Orbital
Autora: Samantha Harvey
Editorial: Anagrama
Precio: 18,90 €
No puede entenderse la historia del paisaje occidental sin la presencia de las ventanas en muchas de las pinturas del Renacimiento. Enmarcada, a lo lejos, la naturaleza se revela como un lugar bello y siniestro, a la par que misterioso; surge un deseo de cruzar el umbral de lo doméstico y adentrarse en un más allá que cohabita, como detalle, con la presencia de unas figuras humanas en primer término. La revolución en la pintura de paisaje se produce en el momento en que lo que ocurre en el interior de la ventana, a lo lejos, es más importante que lo que les ocurre a los protagonistas de los relatos pictóricos. La poética, la belleza y la originalidad de una novela como “Orbital”, no puede entenderse sin la omnipresencia del motivo de la ventana; en este caso, la de una nave con 8 tripulantes que orbita alrededor de la Tierra. Cada capítulo de la novela se corresponde a una órbita en la que asistimos mediante un gran realismo –Harvey buceó en las entrañas de la NASA durante mucho tiempo para la escritura del libro– a las vidas monótonas de los astronautas, muy alejadas de la ficción de Hollywood. Y en el desarrollo de estas vidas a millares de kilómetros de la Tierra, tarde o temprano, se impone una mirada a través de la ventana de la nave para revelarse la visión sublime del planeta. Pasajes memorables de la novela describen con una enorme sutileza una mirada al paisaje planetario; su variedad de colores, la amalgama de los fenómenos atmosféricos con los accidentes geográficos, la abstracción formal de los desiertos, las aberraciones producidas por el cambio climático... El dispositivo literario que crea Harvey no consiste en una visión de conjunto, del globo terráqueo, sino más bien una mirada vertical que está más allá de nuestra atmosfera, donde la nave, como si fuera una especie de cometa cósmico, se mantiene continuamente anclada a la Tierra. Y es precisamente en esta mirada vertical cuando a los personajes les surgen los pensamientos alrededor de sus vidas “ahí abajo”, en la horizontalidad, a otra velocidad. “Orbital” de Samantha Harvey nos conecta con la necesidad de pensar la Tierra y nuestras vidas en ella desde esta distancia en la que, por ejemplo, el duelo por un ser querido cobra una dimensión completamente distinta. Es quizás la experiencia de las consecuencias de esta mirada lo que hace del libro de Harvey un ejemplo de cómo afrontar nuestros retos como especie, aceptando, de entrada, nuestra nimiedad en el cosmos.