«El código de silencio carcelario no es tanto una cuestión de honor como de miedo»

El tarraconense y el madrileño escriben ‘En el descuento’, pura novela negra, canalla y descarnada, un retrato de los bajos infiernos sociales.

20 febrero 2022 12:24 | Actualizado a 21 febrero 2022 11:13
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El cojo Chúster acaba de salir de la cárcel después de comerse un marrón de cinco años por no delatar a su jefe. Chúster, un juguete roto del fútbol, no quiere problemas. Su único objetivo es ver a su hijo y recuperar una relación diluida e n el tiempo. Sin embargo, el destino tiene otros planes para él. El destino se llama Francisco, quien le acoge nada más salir. Es la trama de En el descuento, pura novela negra, canalla y descarnada, escrita a cuatro manos entre Jordi Ledesma (Tarragona, 1979) y José Ángel Mañas (Madrid, 1971) y publicada por la Editorial Alrevés. En el descuento transcurre en un puñado de horas, en un fin de semana de acción trepidante.

En cuanto a sus autores, el tarraconense Ledesma ha firmado obras como Narcolepsia, El diablo en cada esquina, Lo que nos queda de la muerte y La noche sin memoria. Sus obras se han editado en España y México y recientemente, se han traducido al francés IG: @jordi_ledesma TW: @jordiledesma. Por su parte, José Ángel Mañas arrancó su carrera literaria como finalista del Premio Nadal con Historias de Kronen, que más tarde sería una película dirigida por Montxo Armendáriz. Desde entonces, ha publicado más de treinta títulos. Entre ellos Mensaka, Ciudad rayada, La última juerga y Una vida de bar en bar. En el género histórico, Conquistadores de lo imposible y ¡Pelayo! IG: @jamanashernandez_ TW: joseamanas

Fútbol, drogas y proxenetismo. Una combinación explosiva.
Jordi: Son los escenarios de la novela negra, un poco marginales y de alguna manera, el recorrido de Chúster. Y es también el pretexto para tocar otros temas del género. Una mezcla con la novela social que nos ayuda a entender esos bajos estratos y ese mundo tan sórdido que él transita.
José Ángel: Estábamos obsesionados con generar una atmósfera de puro género negro y estudiamos mucho las novelas que nos gustaban en común como Donald E. Westlake, la primera Highsmith o Rendell. Estaba claro que tenía que ser ese universo de gente desfavorecida. Era lo que queríamos indagar y resaltar. Empatizar con ellos.

 

«Es una novela de Champions. En el momento en que nos ponemos a escribir, la gamberrada ya está hecha. Pero luego, hemos ido a hacer una buena novela» (Jordi Ledesma).

  
Chúster y Francisco hablan sobre la responsabilidad final. ¿Quién es responsable último del destino de Chúster?
Jordi: ¿Hasta qué punto uno se fastidia en la vida por no ser consciente? Es un dilema bastante eterno y todo suma un poco. En la novela, dentro del personaje que representa Francisco, dentro de su vena manipuladora, la responsabilidad es cosa de otros. No solo de Chúster, sino de todos los Chústers que él se echa a la cara a diario. Incluso hay un momento en el que dice que él nunca ha tomado drogas.
José Ángel: Existe una novela social, que pone en contexto, como por ejemplo Germinal, de Zola. Y después está la tendencia actual a decir que el individuo es responsable de todo lo que le ocurre. En el descuento se produce este dilema entre los personajes y uno de ellos, al que llaman el argentino, es puramente neoliberal. Pero personalmente, está claro que apostamos por el contexto social.

¿Chúster es un justiciero, un Robin Hood de los bajos fondos?
Jordi: Totalmente. Tiene una moralidad muy propia y podríamos decir que es un hombre arcaico. Es un poco Charles Bronson.
José Ángel: Sí. Cuando mata, sabemos por qué lo hace.

Parece que entienden bastante de prostíbulos.
Jordi: El escritor de novela negra debe estar documentado. Tampoco hemos escondido nunca que hemos conocido la noche y nos jactamos de ello. Recurrimos en nuestras novelas a esos universos taciturnos que van desde un prostíbulo hasta una gasolinera. Nos llaman esos escenarios. Son bonitos de retratar y es un estudio sociológico en sí mismo.
José Ángel: Es otro de los códigos del género e incluso lo hemos querido resaltar con la propia foto de la solapa en la que aparecemos los dos de fiesta.

 

 

El viaje va de lo más sórdido a lo más sofisticado. Un paralelismo entre el éxito que podría haber tenido Chúster y el fracaso que ha sido. ¿Dónde está la línea?
José Ángel: Quién lo sabe. Hay muchas cosas. Tienes que tener talento y suerte. Tienes que estar en el lugar adecuado, tener los conocimientos adecuados y también los contactos. El cúmulo de todas esas cosas es lo que lleva al éxito. Y a Chúster le fallan unas cuantas. Evidentemente, una de las más importantes es la red social. Gente como Francisco no era el mejor contexto para que él prosperase. Por ejemplo, deportistas como Mbppé en el fútbol o Rafa Nadal en el tenis, tienen una familia que los apoya. Esos contextos son propicios, pero cuando no existen, te puede ocurrir como a Chúster.
Jordi: Su preocupación actual es que no le jodan la vida a su hijo y quizás lo más fácil sería no aceptar lo que le propone Francisco, pero el hecho de que su hijo pueda triunfar también lo pone en esa contradicción.

Y lo lleva hasta Sarrià.
José Ángel: Vamos de abajo arriba, de Madrid a Barcelona. Podría haber sido al revés, pero había que emerger, era importante ver nuevos ambientes, esa riqueza social. 
Jordi: Nos gusta ese cambio de contrastes, el bajo fondo que se da la mano con la alta esfera.

Se han propuesto hacer llorar a los seguidores del Espanyol.
Jordi: Forma parte de ese momento en que Chúster vuelve al punto de partida, vuelve a su fracaso. Emerge el ímpetu y él se libera. A partir de ahí aún le queda un buen recorrido, pero de alguna manera se quita el lazo y decide ir a la suya.
José Ángel: Ahí rompe con Francisco. Hasta entonces podía pactar, está su hijo, le interesa. Pero lo que ha visto ya es demasiado. Es cuando le sale su vena más visceral.

 

«Para tener éxito hay que tener talento y suerte. Estar en el lugar adecuado y también los contactos. Y ese no es el caso del protagonista»
(José Ángel Mañas).

Ese código de honor que plantean en la novela, ¿existe a día de hoy todavía?
Jordi: No siempre es una cuestión de honor, sino de miedo. La persona va presa, pero la familia queda fuera. Entonces, son unos códigos que en un contexto de acción, de épica, de cierto romanticismo literario pueden quedar muy bien, pero se trata de un concepto bastante duro. De alguna manera están obligados a no decir nada.
José Ángel: Sí que existe. Es absolutamente tribal. Se puede ver como honorable, pero hay una amenaza latente en todo el proceso, que no es tan noble. No es solo fidelidad. Todas las relaciones humanas son complejas, pero esos códigos siguen imperantes. Yo creo que son eternos, que seguirán siempre ahí.

¿Cómo ha sido escribir a cuatro manos?
José Ángel:
Jordi me trajo el personaje de Chúster, que es la joyita. Sabíamos que teníamos áreas de influencia, yo iba a mandar más en Madrid y él en la zona catalana. Jordi mantenía la atmósfera y cuando la novela se salía, él sabía que aquello ya no era negro. Y mantenía la emoción. Pero para que funcione tiene que haber respeto mutuo. No funciona siempre. 
Jordi: Ha sido un acierto combinar un escritor preciso como José Ángel con otro más lírico, que soy yo. La mezcla nos ha ido muy bien porque nos hemos enriquecido. Quizás él me ha sabido cortar ciertos grados de barroquismo y yo he sabido dar un poco más de riqueza ambiental a ciertos momentos.  

‘En el descuento’, ¿es de Champions o de regional?
José Ángel:
De Champions, totalmente. Siempre lo decimos. Tenemos los mejores diálogos del mercado, molamos más que Carmen Mola y somos muy divertidos. Es una novela, sobre todo, para que el lector disfrute desde la primera hasta la última línea y creo que lo hemos conseguido. Estamos contentos.
Jordi: De Champions y de finalista. En el momento en que nos ponemos a escribir, la gamberrada ya está hecha. Pero luego, en el ámbito del trabajo del texto y de la planificación, hemos ido a hacer una buena novela. Hacer la gamberrada hubiera sido lo fácil, pero nos lo hemos tomado muy en serio, más allá de la foto de la solapa.

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