¿Debe España aumentar su edad de escolarización obligatoria hasta los 18 años? El debate vuelve a estar servido después de que el Consejo Escolar del Estado -el principal órgano consultivo en materia educativa que asesora al Ministerio de Educación y en el que hay representantes de los docentes, familias, estudiantes y la administración- haya incluido en su informe anual la posibilidad de que los estudiantes alarguen hasta los 18 años la educación obligatoria, actualmente situada en los 16.
España tiene la segunda mayor tasa de abandono educativo de Europa, situada en el 13,9% y sólo superada por Rumanía. Ese porcentaje de jóvenes de entre 18 y 24 tiene como mucho la Educación Secundaria Obligatoria, y no alcanza el nivel educativo necesario para afrontar el futuro con garantías, ya sea en el Bachillerato o en el Grado Medio de la Formación Profesional.
El Consejo Escolar del Estado está convencido de que alargar en dos años la educación obligatoria podría ayudar a reducir ese porcentaje de alumnos que abandonan el sistema educativo antes de hora.
Desde este organismo han hecho las cuentas y estas les cuadran. El 95% de los jóvenes españoles sigue escolarizado a los 16 años y el 90% a los 17. Ampliar la educación obligatoria supondría retener en el sistema educativo a los 66.000 que, aproximadamente dejan los estudios antes de cumplir la mayoría de edad sin más titulación que la más básica.
Desde el sindicato UGT, el máximo responsable de la Formación Profesional en Catalunya, Jesús Martín, tiene muy claro que «ampliar la educación obligatoria a los 18 años es una situación coherente. Permitir que un joven de 16 años, sin competencias profesionales, se vaya al mundo laboral es absurdo. Esto sólo estaría bien si se fuese contratado con un contrato de formación». Martín recuerda que «como UGT firmamos en 2023 un documento, junto a la Plataforma per la Llengua, donde en uno de los puntos pedíamos la ampliación de la edad laboral a los 18 años. El motivo principal es porque la incorporación al mundo laboral tiene que ser con competencias laborales y estas solo se pueden adquirir en la educación postobligatoria. Esto se conseguiría con un grado medio, un Bachillerato profesionalizado o con cursos del Servei d’Ocupació de Catalunya, con certificados de profesionalidad y contratos en prácticas».
Este miembro de la UGT está convencido de que hay suficientes plazas en los centros públicos para cubrir esta hipotética ampliación de la educación obligatoria hasta los 18 años. «Además, tenemos el horario vespertino y un descenos de la natalidad. Habría que reordenar el mapa escolar con más institutos-escuela y centros de enseñanza postobligatoria».
Desde el sindicato Ustec la postura es opuesta. Su portavoz, Yolanda Segura, explica al Diari que «es un tema que en nuestro sindicato no hemos tratado y que en Catalunya no se habla, de momento. Nos sorprendería que desde Educació planteasen alargar la educación obligatoria a los 18 años porque tenemos una carencia de profesorado importante y se tendrían que incrementar las plantillas». Y añade que «Si al final fuese así, y se plantease alargar a los 18 la educación obligatoria, probablemente desde Ustec nos opondríamos, porque no creemos que el abandono escolar prematuro se vaya a solucionar con esto y más teniendo en cuenta que a partir de los 16 años hay muchos jóvenes que entran en el mundo laboral».
Aunque no existe un cálculo oficial de cuánto costaría ampliar la edad de escolarización, algunos estudios estiman en unos 1.000 millones de euros anuales, que equivaldrían al 1,6% de lo que todas las administraciones gastaron en educación en 2022, que superó los 61.000 millones de euros. Cabe recordar que España sigue estando por debajo de l amedia de la OCDE en gasto por alumno, con una media de 10.348 euros frente a los 11.766 de la organización económica.
De momento, el Ministerio de Educación descarta a corto plazo ampliar la enseñanza obligatoria por un tema económico. En cambio, para intentar mantener a más estudiantes en el sistema, cree que es mejor apostar por otras medidas como la ampliación de las plazas de FP o programas dirigidos a alumnos con necesidades de apoyo.
Portugal es uno de los países de la UE que apostó hace unos años por extender la educación obligatoria hasta los 18 años y el resultado ha sido muy positivo. Entonces, el abandono escolar estaba en el 31%, prácticamente igual que en España. Una década despiés, en 2021, era del 6%, siete puntos menos que el 13,9% de España. Pero en el caso portugués también se pusieron en marcha otra serie de reformas que ayudaron a rebajar el abandono escolar prematuro y, a la vez, a mejorar sus resultados educativos.
Otros países europeos como son el caso de Francia, Finlandia o Rumanía también tiene la escolarización obligatoria hasta los 18 años.
El Ministerio de Educación descarta a corto plazo la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta los 18 años por el coste económico.
