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De ruta por Tarragona: Tivissa, kilómetro cero

Aprovechamos la festividad de Sant Blai para recorrer el camino que conduce a su ermita. Descubriremos tanto la historia del GR como la leyenda tras los dulces típicos, los ‘blaiets’

04 julio 2024 07:00 | Actualizado a 04 julio 2024 07:00
Se lee en 2 minutos
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Si en Tarragona existe un kilómetro cero, ése está en Tivissa, en concreto, en la ermita Sant Blai. Junto al templo dedicado al santo encontramos el lugar donde se pinto la primera marca de los senderos de Gran Recorrido (GR) en la península ibérica, allá por el año 1975: de ahí que a Sant Blai se le reconozca como el patrón de los senderistas. En la ruta de esta semana, aprovechamos que su festividad está a la vuelta de la esquina para recorrer el camino que conduce a su ermita. Además, descubriremos tanto la historia del GR como la leyenda tras los dulces típicos de Sant Blai, los ya tradicionales blaiets.

Instrucciones de la ruta

Aparcamos en las cercanías del Parc de Bombers, en uno de los diferentes aparcamientos recomendados que anuncian las señales de tráfico. A continuación, tomamos la pista asfaltada que surge frente a las instalaciones de los bomberos, donde encontraremos un mapa de señalización o panel que apunta a la ermita de Sant Blai. La pista forestal se convierte rápidamente en un sendero, cruzándose con el Camí de l’Ermita de Sant Blai. Tal y como apunta el panel del lugar, en este cruce podemos o bien continuar hasta el templo o bien volver a la población. Seguimos en dirección sudeste por el único camino posible y así alcanzamos al templo, cuya situación puede adivinarse desde el cruce gracias a la cruz dedicada al mismo santo. Una vez que hayamos explorado la zona, emprendemos el camino de vuelta deshaciendo nuestros pasos hasta el cruce. En él nos unimos a la pista asfaltada que se dirige al pueblo.

Antes de volver a casa se recomienda visitar la localidad, sobre todo la iglesia de Sant Jaume y el mirador panorámico de la plaza de la Baranova. Los visitantes más curiosos advertirán, además, que por las inmediaciones de la iglesia transcurre el Camí de Sant Jaume, el mismo que encontramos en Tortosa u otras localidades de las Terres de l’Ebre.

Dificultad y duración

Determinar la dificultad de una ruta ya es de por sí una dificultad. Por suerte, existen escalas de graduación que establecen la dureza a partir de factores observables. El Método SENDIF, creado por la Taula de Camins de l’Alt Pirineu i Aran, sostiene que la dificultad de un itinerario de senderismo depende, por una parte, del esfuerzo físico que este supone y, por otra parte, de los obstáculos del camino. Desde el punto de vista de la dificultad física, esta ruta es de dureza moderada a juzgar por sus 4,1 kilómetros de distancia y 189 metros de desnivel positivo o subida. En lo que respecta a la complejidad técnica, compuesta por aquellos obstáculos que dificultan la marcha, únicamente encontramos algunas pendientes pronunciadas que se salvan con facilidad gracias a la pista asfaltada. Además, navegar por el camino es sencillo, incluso sin mapa o dispositivos.

Finalmente, completar el itinerario nos tomará 1 hora y 49 minutos de marcha efectiva, unas 2 horas y 16 minutos si al tiempo de marcha efectiva sumamos un 25% correspondiente a las más que probables paradas. Esta cifra, de acuerdo con el Método MIDE, se obtiene considerando una velocidad promedio de 3 kilómetros por hora -un ritmo de paseo-, una velocidad de ascenso de 400 m/h y una de descenso de 600 m/h, unos valores muy realistas.

Galletas curativas

En el año 316, un obispo y buen médico había sido convertido en prisionero. De camino a la prisión, una madre lo detuvo llorando, pues su hijo se había clavado una espina en la garganta y respiraba con dificultad. Aquel hombre, Sant Blai, curó al niño, pero fue decapitado posteriormente. He aquí el relato popular que atribuye al santo el poder de sanar el dolor de garganta. Esta cualidad curativa la poseen de igual forma los blaiets, las galletas típicas aromatizadas en las que se estampa la imagen del santo y que pueden encontrarse en las flecas del Camp de Tarragona, en especial en el Baix Camp, hacia el 3 de febrero. No es una fecha cualquiera, sino el día en honor al santo.

La marca primigenia

Un Gran Recorrido (GR) es una red peatonal que, mediante la agrupación de caminos, une lugares distantes en trayectos de cientos o miles de kilómetros. Este tipo de sendero homologado, definido por asociaciones, instituciones u otras entidades, está señalizado con una banda de pintura roja y otra blanca. En la península ibérica, la primera de estas marcas la pintó el excursionismo catalán el 2 de marzo de 1975 en la ermita de Sant Blai. Si nos fijamos, frente a la ermita hay un panel informativo que recuerda dicho evento.

Distancia: 4,10 kilómetros

Desnivel positivo: 189 metros
Duración: 2 horas y 16 minutos

Dificultad física: fácil

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