Las aventuras vividas durante dos vueltas al mundo. La relación entre el comercio de las especias y la geopolítica mundial. Un recorrido por los países que formaron parte del Imperio español. Los ‘secretos’ del viaje en el Transiberiano. La experiencia vital durante un recorrido a pie del Camino de Santiago desde Tarragona... Son algunas de las temáticas que catorce viajeros o escritores de viajes desgranan en otros tantos libros. Y que explicaron en un encuentro que tuvo lugar en Altafulla.
El evento se desarrolló en el Forn del Senyor, con el notario Martín Garrido, autor de A los americanos no les gustan los pájaros de Kabul, como anfitrión. Asistieron varias mujeres como público pero no como ponentes.
Se publicó en el ‘Diari’ otro reportaje con las sugerencias de viajes de los 14 trotamundos. Garrido ya explicó en ese reportaje que «las restricciones sanitarias existentes hasta hace poco exigían un número reducido de participantes, que luego se fue ampliando en el último momento. Ante el cambio de la normativa Covid, la reunión final se fue improvisando sobre la marcha y de ahí que los participantes se fuesen apuntando con poco tiempo. Han faltado desgraciadamente entre los escritores participantes del género femenino, que las hay y muy buenas, ausencia que intentaremos evitar en el futuro».
Entre las especias y el Imperio
Entre los libros de los que se habló en Altafulla destacan dos, ambos editados por Almuzara, Historia de las especias, de Román Hereter, y Geografía insólita del Imperio Español, de Jorge Sánchez. Hereter y Sánchez son dos de los ocho españoles que han visitado los 193 países que forman parte de Naciones Unidas. También estuvo presente un tercer miembro del octeto, Carlos Useros, que, entre otras obras, cuenta con El pasajero del mundo.
Hereter rescata del olvido el flujo comercial de las especias y su influencia en diversas guerras y sumerge al lector en un recorrido por la historia.
También recupera la historia Jorge Sánchez. Aprovecha su conocimiento de casi todos los rincones del mundo para revisitar los países que un día formaron parte del Imperio español.
Una lección de vida es la que imparten otros autores. Por ejemplo, Useros, que enseña el mundo y sus gentes al lector. O Enrique Gómez, con su narración del sufrido viaje de 40 días que le llevó de Tarragona a Santiago a pie. Gómez recuerda que «salí de mi casa de la Arrabassada, en Tarragona. Era invierno. Me bañé en la playa y empecé a andar. Cuando llegué a Finesterre, me volví a bañar. Fue como nacer en el Mediterráneo y renacer en el Atlántico».
Otros libros detallan anécdotas de viajes que suscitan la envidia sana de todo aquel al que le gusta mirar más allá de su barrio y conocer el mundo a fondo.
Edu Wins relata en Mis cincuenta países las dos vueltas al mundo que completó en el mismo año y «comparte con el lector las vicisitudes que superó con soltura para cumplir su sueño de conocer numerosos países exóticos y maravillosos que le dejaron huella», se lee en la reseña del libro.
Rubén Arnal se explaya en Cinco años en la carretera. 1.000 anécdotas viajeras en los detalles del periplo que le llevó a recorrer 145 países durante un quinquenio. Es, dice la reseña, «un canto a la vida donde también se encuentran cientos de consejos sobre transporte, visados, alojamiento, seguros, vacunas, seguridad y qué hacer en cada país».
Una vuelta al mundo bajo cero, de Alberto Campa, es un relato de un viaje invernal a bordo del Transiberiano y por Corea, Japón, Estados Unidos y Canadá hasta volver a España.
El contrapunto a los libros de viajes stricto sensu son otras interesantes obras como Nunca estuve en Marienbad. Su autor, J. Moya-Angeler, lo define como «un viaje de un joven en busca de una utopía, personalizada en el lejano balneario de Marienbad. Pequeños viajes dentro del gran viaje que es la vida le ofrecen lo inesperado porque el destino de cada cual es voluble y a veces cruel».
L’altre, de Joaquim Biendicho, es un juego de espejos relacionado con un viaje al norte de África. El buscador del orden, de Raimon Arola, habla de la búsqueda del equilibrio y el amor. Y Rutes de Putxinel·li, de Toni Rumbau, relaciona diversas ciudades europeas con sus protagonistas en forma de títeres.
Una quincena de libros para aprender a viajar. Física. Y espiritualmente.