Dejó su puesto de trabajo de administrativa en una empresa de aluminios de Barcelona, «porque aquello no me llenaba», explica Yasmina Moreno. Y llegó a El Vendrell hace un año, donde vive en el refugio La Bassa, un centro que acoge animales abandonados y procedentes de decomisos o que son rescatados porque sufren maltrato.
Yasmina Moreno está sorprendida por el revuelo organizado en torno a su persona desde hace unos días. Será una de las protagonistas de la protesta contra las corridas de toros que el próximo sábado, frente a la plaza de Pamplona, realizarán activistas de la asociación Anima Naturalis. Moreno se desnudará y hará de toro con banderillas y cubierto de sangre.
«No creía que tuviese tanto eco la protesta. Cada año se hace una. Muchos esperan la reivindicación contra los toros», señala la joven mientras acaricia a todos los animales que viven en La Bassa y que se acercan a saludarla. «Aquí he encontrado mi sitio. Me encanta estar en la naturaleza y rodeada de animales».
Un burro por un detector
Yasmina Moreno conoce la historia de todos. «Aquel burrito lo logramos porque cuatro chicas, que no se conocían de nada, vieron por internet que el dueño lo cambiaba por un detector de metales. Las chicas quedaron, juntaron el dinero y cuando salvaron al burro nos los trajeron».
La finca La Bassa acoge todo tipo de animales. Cerdos vietnamitas que de pequeños son muy graciosos pero que cuando crecen son abandonados por los dueños. «Los abandonan en el bosque y allí crían con los jabalíes. Se está convirtiendo en un problema». Ovejas, cabras, un caballo, pavos... En la finca hay ahora 280 animales.
En la práctica totalidad de los casos es la última morada de esos animales. «Han sufrido malos tratos salvajes y aquí están tranquilos, pero difícilmente pueden ser dados en adopción o liberados al medio», explica Moreno.
‘No’ a los toros
Su amor por las bestias la hace participar en la protesta contra las corridas de toros en los Sanfermines y contra las carreras por Pamplona, «porque también sufren mucho estrés y daños por parte de quienes les golpean».
En La Bassa de El Vendrell la joven atiende y da de comer a los animales. El refugio se financia con donaciones y con la escuela alternativa a la que acuden 22 niños de entre 2 y 7 años. «Es una escuela libre con una educación alternativa que cada vez buscan más familias». Ahora la asociación plantea ampliar el recinto para poder acoger a más animales.
Moreno ya estará en un autocar camino de Pamplona para realizar su acto reivindicativo. «No tenemos miedo de agresiones por parte de los taurinos». En el acto participarán un centenar de personas. Seis activistas de Anima Naturalis simbolizarán a los toros que corren los encierros. Otro centenar de miembros de asociación, con el cuerpo pintado de rojo, simbolizarán la sangre derramada en las fiestas.
Un cordero se acerca a la joven mientras pasea por el recinto de La Bassa. Detrás del animal viene un cerdo. «Ese no es vietnamita. Es de los que se matan para comer, pero aquí se le cuida».