Hace meses que diversos municipios de Catalunya están ajustando sus límites territoriales. Parcelas, fincas y calles que hasta ahora estaban en un municipio han pasado al vecino.
La calle Sant Tomás ha sido históricamente de Calafell, pero para acceder a ella no puede hacerse desde el municipio y debe hacerse por Bellvei o El Vendrell. Por ello se ha acordado un cambio de delimitación para que pase a El Vendrell.
También tramos de calles de la urbanización de Baronia de Mar, históricamente de Calafell, pasarán a Bellvei. Y se han delimitado fincas entre Calafell y Castellet i Gornal.
Esas disfunciones geográficas motivan un encarecimiento de costes de servicios para los ayuntamientos ya que deben atender a unos núcleos que quedan alejados de sus centros urbanos, pero que en cambio están más cerca de los del municipio vecino.
Quejas
La situación genera quejas de los residentes ya que se sienten desatendidos por el municipio en el que pagan sus impuestos. En algunos casos han impulsado incluso reivindicaciones para cambiar la línea que delimita la frontera.
En este debate, el alcalde de Calafell, Ramon Ferré (PSC), expuso en el último consejo de participación ciudadana el planteamiento de que el sector Sanatori de El Vendrell pasase a Calafell. Incluso lo extendió a terrenos del núcleo del Romaní.
Pero en esa zona de primera línea de mar, además de numerosas viviendas, está el antiguo sanatorio de Sant Joan de Deu, que hoy es el hotel de cinco estrellas Le Meridien Ra.
Ferré dijo que con el alcalde de El Vendrell, Kenneth Martínez, «hemos tenido alguna conversación». Incluso el alcalde de Calafell dice que su homólogo de la localidad vecina «lo ve muy razonable», en referencia a esa parte urbana de El Vendrell anexa a Calafell.
El edil calafellense señala que la principal dificultad es precisamente el hotel. Porque un establecimiento de esta categoría «da prestigio. Aquí es donde está la dificultad».
Lógica urbanística
En Calafell señalan que la propuesta sin embargo tiene «una lógica urbanística». Ferré considera que «podríamos dar servicio a una población de alumnos que estudian en Calafell pero no tienen derecho al programa de reciclado de libros de texto, o el transporte escolar y el urbano por estar empadronados en El Vendrell».
También hay temas sociales. E incluso de infraestructuras. «A El Vendrell le supone un coste importante tener una red de infraestructuras separada. Lo lógico es que pasase a Calafell».
Pero El Vendrell no está dispuesto a cambiar los límites territoriales para que pudiese haber modificaciones de término. Además de un símbolo como es el antiguo sanatorio que por otra parte tiene una gran vinculación emocional con Calafell, hay actividades económicas como un supermercado en la calle que delimita los municipios, que paga impuestos en la capital del Baix Penedès, pero supone una competencia para el comercio de Calafell.
Sin ceder
Martínez señala que «una cosa es que se puedan mancomunar y coordinar servicios y otra cambiar los límites territoriales». El Vendrell no está dispuesto a ceder. Por mucho que en Calafell digan que «seguiremos hablando» y que es «un tema que está sobre la mesa». Pero una cosa es modificar las líneas para ajustar parcelas y otra cosa es el antiguo sanatorio de Sant Joan de Deu.
El alcalde de El Vendrell, Kenneth Martínez, descarta que pueda haber una nueva delimitación geográfica entre la capital del Baix Penedès y Calafell.
Debate pendiente
Desecha modificar cualquier línea de término de tal calado que pudiese llegar a hacer pasar la zona del Sanatori al municipio de Calafell, pese a que sólo les separa una calle.
Sin embargo, Martínez apunta a que debe hacerse una reflexión sobre mancomunar servicios entre municipios anexos. Incluso señala que el debate que debe ponerse sobre la mesa, en el momento en el que se aclaren otros temas enquistados en la vida política desde hace años, es la eliminación de esas fronteras administrativas entre municipios mucho más allá que los limítrofes.
Racional
El alcalde de El Vendrell señala que en un continuo lineal que puede ir desde Roda de Berà a Cubelles, los municipios tienen idénticos problemas y situaciones que podrían abordarse desde una visión global.
Sería una especie de gran área urbana que pudiese compartir servicios y atenciones, con lo que comportaría de poder llegar a todos los núcleos y también optimizar recursos y abaratar costes.
Ese modelo no es nuevo en grandes áreas urbanas europeas. Incluso sería un ejemplo el Área Metropolitana de Barcelona, que tiene una administración en el Area Metropolitana de Barcelona (AMB) que forma una gran conurbación de 36 municipios.
Los ámbitos de gestión del AMB tienen relación con el territorio y el urbanismo, la movilidad, la vivienda, el medio ambiente, el desarrollo económico y la cohesión social.
Sin embargo, se está lejos de esa filosofía de miras globales. En el Baix Penedès se ha vivido la época en la que cada municipio, por pequeño que fuera, quería disponer de su pabellón deportivo, su piscina o su polígono industrial. Aunque fueran localidades limítrofes. Esto lleva a un endeudamiento para pagar las obras, pero también a incrementar los gastos de mantenimiento.
En el caso de la zona del Sanatori de El Vendrell, limítrofe con Calafell, el alcalde de la capital reconoce el coste que supone mantener infraestructuras y servicios que podrían coordinarse con Calafell para lograr una mayor efectividad hacia el ciudadano y las arcas públicas.
«Pero no debe hablarse de mover los límites territoriales», señala Martínez. Apuesta por coordinar y cofinanciar servicios para que puedan responder a las necesidades de los ciudadanos. Y que a la vez resulten más eficientes y económicos para las arcas municipales.
