Cada domicilio de Vila-seca pagará a partir del año que viene 150 euros por la tasa de las basuras. El Ayuntamiento aprobó en el último pleno la modificación de la ordenanza fiscal que regula el impuesto para la recogida y tratamiento de residuos con un incremento en el importe de un 20% –hasta ahora costaba 125 euros anuales–.
Esta subida responde, según explicaron desde el equipo de gobierno, a una normativa estatal aprobada hace dos años que obliga a los municipios a disponer de una tasa que cubra por completo el coste real de lo que se gasta en recogida de residuos. «La normativa indica que la tasa de residuos no puede ser deficitaria. No puede ser financiada por otros ingresos, como acababa pasando actualmente. Tenemos que hacer una adecuación progresiva para ir cubriendo todo el gasto del servicio mediante esta tasa», explicó la concejala de Hacienda, Economía y Finanzas de Vila-seca, Elisabet Torrademé.
«La estrategia de Ayuntamiento de Vila-seca es hacer el incremento de manera gradual. En una primera fase se tocaron las tasas de residuos a grandes empresas, grandes complejos hoteleros y a grandes establecimientos comerciales. No hablamos de un 20%, sino de incrementos muy superiores. Gracias a eso, ahora estamos hablando de incrementos en la tasa doméstica mucho menores de lo que tendría que haber sido», detalló el alcalde, Pere Segura. Aun así, apuntó, «todavía no hemos llegado al equilibrio económico y buscaremos otros modelos para que no sean las familias quienes acaben asumiendo el grueso de este incremento».
El principal partido de la oposición, el PSC, también votó a favor de la subida. «Hay una ley que está por encima de nuestra responsabilidad que nos obliga a equiparar la tasa con el gasto del servicio que damos. Si queremos mantener el servicio que estamos dando, eso tiene un coste y ese coste se tiene que repercutir», defendió el portavoz socialista, Joan Anton Ramírez.
Por el contrario, Vila-seca en Comú, Vox y Decidim Vila-seca votaron en contra. «Lo primero que tendrían que hacer es explicar a la ciudadanía qué pasa con la gestión de residuos, trabajar conjuntamente para buscar una tasa justa y luego someterlo a votación», dijo la portavoz de los Comuns, Nuria Miret.
«No estamos impulsando medidas para reciclar mejor y más mañana. Estamos esperando a que venga una solución y, mientras, incrementamos la ordenanza fiscal», criticó el portavoz de Decidim Vila-seca, Josep Forasté, que vaticinó que «este no será el último incremento que veamos en este mandato».
La ley en cuestión, derivada de una normativa europea, se rige en el principio de que «quien contamina paga» y fija una serie de objetivos de recogida selectiva para los municipios. De esta forma, para 2025, el mínimo de residuos separados por fracciones a alcanzar es del 55%. Una cifra que asciende al 60% para 2030 y al 65% para 2035. En datos de 2023, Vila-seca ya ha alcanzado la meta para el próximo año, con una tasa de recogida selectiva del 55,3%.
«Desde hace muchos años, Vila-seca trabaja de forma consistente en medidas para mejorar las tasas de reciclaje», expresó Torrademé, quien abrió la puerta a crear un sistema de incentivos que premie las buenas prácticas en la gestión de residuos, otro de los puntos que incorpora la ley estatal.