El programa aborda acciones en todas las etapas vitales de la ciudadanía e incluye espacios de conciliación familiar, grupos de crianza, grupos de padres y madres, acompañamiento y talleres para personas mayores, así como talleres en los institutos para prevenir conductas de riesgo.
«El reto no era sólo asumir una cartera de competencias, sino cambiar el modelo de atención, pasando de la acción a la prevención», sintetizó el alcalde, Pere Segura. «Es una forma de trabajar con una mirada diferente, la de la prevención como herramienta de igualdad, de cohesión y progreso social», afirmó, destacando que «las políticas sociales dejan de ser un parche para ser la columna vertebral de un futuro compartido».
«Necesitábamos poner a la persona en el centro y darle una atención integral», señaló la concejala de Acció Social, Lucía Teruel, recordando que desde el nuevo local de Drets Socials se centralizan las necesidades sociales y se brinda un sistema de atención rápida que da respuesta a la población en un máximo de 48 horas.
El presupuesto anual que maneja el Ayuntamiento en servicios sociales asciende a 4 millones de euros. En este sentido, el consistorio mantiene un contencioso abierto con la Generalitat para reclamar una mayor aportación para la financiación de políticas sociales en Vila-seca.