Vila-seca revisará su actual Pla d’Ordenació Urbana Municipal (POUM) durante los próximos años. La ciudad aprobó el vigente en mayo de 1993, pocos años después de la segregación de Salou, y la planificación urbanística se ha ido ejecutando en estos 29 años sin necesidad de plantearse un nuevo POUM antes de agotar casi la totalidad de los terrenos urbanizables.
En estas casi tres décadas, el crecimiento urbanístico se ha centrado sobre todo en los núcleos de Vila-seca y La Pineda y los diferentes espacios urbanizables contemplados se han ido dibujando y construyendo. Uno de los más ambiciosos y extensos ha sido el crecimiento del barrio Miramar-Les Illes, al sur de Vila-seca, que ha completado la trama urbana hasta la misma frontera con la autovía A-7.
Con el desarrollo industrial también de diferentes fases del polígono Alba y la consolidación urbanística en La Pineda (junto con la desurbanización de parte del frontal marítimo), el actual equpo de gobierno –Vila-seca Segura y PSC– ha decidido impulsar la revisión del POUM.
El concejal de Hacienda, Xavier Farriol, explicaba esta semana que dentro del remanente positivo que se ha incorporado al presupuesto de 2022, existe una partida económica de 600.000 euros «para elaborar los estudios previos a la elaboración del POUM y la contratación del equipo redactor».
Estos estudios preliminares se llevarán a cabo en esta legislatura, dejando para el próximo mandato la parte más importante del POUM y las decisiones para el crecimiento urbano de la ciudad de cara al futuro. Farriol admite que no se puede conocer el porcentaje de POUM actual ya ejecutado, pero reconoce que está muy cercano a su totalidad. «Creo que el diseño del POUM que tenemos se hizo con mucho criterio y se están cumpliendo muy bien todos sus propósitos marcados», añade el edil.
El actual POUM, aprobado definitivamente en mayo de 1993, fue redactado por los servicios técnicos de un ‘nuevo’ ayuntamiento. Antes de llegar a este documento marco del urbanismo de la ciudad, se trabajaba con las normas subsidiarias que marcó la Generalitat (bajo el paraguas de la LLei d’Urbanisme de entonces) para salvar el día a día hasta que el nuevo POUM pudiera entrar en vigor. Estas normas subsidiarias estuvieron vigentes desde la segregación de Salou, en octubre de 1989, hasta mayo de 1993.
Otros proyectos del remanente
De los 7,6 millones de euros del remanente positivo de 2021, 3,5 están destinados a proyectos relacionados en el ámbito deportivo, especialmente al plan director que la ciudad diseña para los próximos años.
Y los 4,15 millones restantes están pensados al margen de la partida para el nuevo POUM, en actuaciones diversas e igual de importantes, remarca el concejal Farriol. Una de ellas es la tercera y última fase de eliminación de barreras arquitectónicas en todo el municipio. Son actuaciones pendientes en calles y plazas que permitirán mejorar la accesibilidad a las personas con problemas de movilidad.
Otro de los proyecto previstos será la ampliación del cementerio con 112 nichos de diferente formato y columbarios dentro del camposanto municipal. Finalmente, existe una gran apuesta en planes de ocupación y la reconversión digital de la administración y su seguridad para poder agilizar los trámites de los vecinos en el día a día.