Este será el sexto traslado de la Virgen de la Pineda, desde el santuario del mismo nombre hasta la parroquia de San Esteban de Vila-seca, a la que pertenece.
Se trata de una fiesta quinquenal que con 25 años de celebración ya ha tomado caracteres de tradición y como bien indican desde la asociación Amigos del Santuario de la Pineda «conservar nuestras tradiciones es un deber de todos, porque son la esencia que mantiene vivo a un pueblo.» La ermita ocupa, sin duda, un lugar destacado en la espiritualidad habitantes de Vila-seca.
El lema escogido para la esta fiesta quinquenal de 2018 es «María, madre de todos los pueblos», acerca del cual el párroco de Vila-seca, mosén Jordi Vila hace una reflexión en referencia a la amplia y diversa población que acoge el municipio «donde muchas personas vehiculan su devoción a María por medio de otras advocaciones que les conecta sentimentalmente con sus lugares de origen.
En este sentido, dejar que la Virgen de la Pineda entre en las vidas de estas personas no detrae en nada, sino que ayuda a sumar más identidad a las identidades particulares de cada uno».
Aquí radica uno de los valores de las fiestas quinquenales, y mostrar de forma extraordinaria la devoción a la Virgen de la Pineda «es una de las grandes contribuciones que los cristianos de Vila-seca podemos ofrecer a nuestros conciudadanos», concluye mosén Vila.
La implicación de las instituciones y tejido asociativo de Vila-seca a la hora de confeccionar el programa de actividades de la VI Fiesta Quinquenal es bien manifiesta, del cual entresacaremos los más destacables.
Así, mañana domingo, a las 6 de la tarde los fieles darán la bienvenida a la imagen de la Virgen en la Plaça Països Catalans, para acompañarla en procesión, con farolillos y con el seguicio popular, hasta el templo parroquial, con actuación del Esbart Dansaire e interpretación de la sardana «Mare de Déu de la Pineda» por parte del Coro Nueva Unión.
Seguidamente habrá palabras de bienvenida por parte del alcalde de Vila-seca, Josep Poblet y celebración litúrgica presidida por el arzobispo de Tarragona, Mons. Jaume Pujol, con ofenda floral por parte de las entidades.
Durante la semana se han programado diversos actos litúrgicos, penitenciales, piadosos y otros dedicados a los enfermos, además de la recepción en el Ayuntamiento, el próximo lunes, de las bautizadas con el nombre de Pineda. A destacar también la bendición de los niños bautizados en los últimos cinco años.
La semana, repleta de actos religiosos, finalizará el próximo sábado, fiesta de la Inmaculada Concepción, a las 10:45 h, en la plaza de la Iglesia, con el retorno de la imagen de la Virgen, en carro, y acompañada de fieles a pie, a la Ermita de La Pineda. A su llegada será saludada ante la puerta del santuario por parte del Esbart Dansaire Ramon d’Olzina, para dar paso a la celebración de la eucaristía.
La devoción mariana de Vila-seca se concentra pues en el santuario de Nuestra Señora de la Pineda, a unos 300 metros al norte del cruce entre la autovía Salou-Tarragona y de la carretera de La Pineda, en dirección a Vila-seca. Se conoce el lugar por la tradicional romería que se realiza el lunes de Pascua. La actual iglesia fue bendecida en 1758.
