En marzo un incendio amenazó a urbanizaciones de Calafell. Las llamas se acercaron a Mas Mel y Bellamar. Vecinos fueron desalojados y otros se autoevacuaron. Poco después de extinguido, los vecinos recordaron la necesidad de mantener franjas de protección para frenar las llamas.
En el pleno municipal la oposición preguntó si en Comafarella, núcleo junto a zona forestal se ha realizado mantenimiento del bosque y limpieza.
Los vecinos pidieron en una instancia mantener las franjas, corredores de evacuación y colocación de hidrantes para los vehículos de extinción. Ante la falta de respuesta del Ayuntamiento escribieron al Síndic de Greuges, que insta al equipo de gobierno a que responda.
Particulares
El gobierno responde que la misma situación de Comafarella es la fe otras urbanizaciones y que hay un convenio con la Diputació para una intervención integral en el municipio. Pero añade que hay terrenos particulares en los que debe retirarse maleza.
La situación sólo se resuelve con un programa integral que podría quedar plasmado en otoño. De momento el equipo de gobierno dice estar está revisando el estado de los hidrantes. En un clima Mediterráneo con cada vez menos lluvias el bosque, además lleno de maleza, va a sufrir fuegos más virulentos.
Se apagan en invierno
De la misma manera que los incendios se apagan en invierno con la limpieza de los bosques, el fuego ya no es sólo cosa del verano.
El alcalde Ramon Ferré tras el incendio de marzo explicó que el Ayuntamiento tiene una subvención para abrir franjas de protección, «pero debe lograrse una tramitación más ágil. Hay que facilitar que los ayuntamientos puedan ser más rápidos».
Muchas fincas que están en una situación de potencial riesgo de incendio son privadas. El Ayuntamiento puede intervenir en ellas y pasar el coste al propietario, pero necesita una autorización judicial que es larga.
