Todos los jueves, los alumnos del Itinerario Formativo Específico (IFE) del Institut Cal·lípolis de Tarragona acuden al Pavelló Municipal d’Esports de Vila-seca. Allí, estos estudiantes dedican la mañana a practicar el floorball, una variante del hockey en la que no se usan patines, y tanto el stick como la pelota están hechos de materiales diferentes.
Los alumnos que participan en el programa padecen diferentes tipos de discapacidad o enfermedad mental. El IFE, por tanto, es un currículum académico adaptado a sus necesidades y con la inserción laboral como objetivo principal. Los estudiantes de este programa educativo reciben un certificado de auxiliar en mantenimiento de instalaciones deportivas. La práctica del deporte adaptado es parte del currículum.
La actividad cuenta con la colaboración del Club Hoquei Vila-seca. Las instalaciones del Pavelló permiten a los estudiantes hacer deporte y realizar prácticas vinculadas a la formación que están cursando. La actividad transmite a los alumnos los beneficios del deporte y la actividad física, sus valores -inclusividad, socialización y respeto a los demás-, y favorecer su capacidad profesional .
Ayer, el pabellón acogió la visita de los estudiantes del Institut Narcís Oller de Valls. Estos alumnos forman parte de un proyecto similar en su centro. Los integrantes de ambos institutos tuvieron la oportunidad de compartir experiencias y conocer a otros jóvenes. Sheila Marras, una de las alumnas del Narcís Oller, explicó al Diari que «la relación con los compañeros del Cal·lípolis es muy buena. Hemos jugado un partido amistoso y lo hemos disfrutado mucho».
Y es que el objetivo esencial de la iniciativa es el de disfrutar del deporte y la compañía en un ambiente saludable. Así lo explica Andreu Porta, miembro de la junta del Club Hoquei Vila-seca: «todos los participantes están encantados, vienen entrenar y a jugar con una sonrisa y al final eso es lo que buscamos». Aleix Martí, estudiante del IFE del INS Cal·lípolis, lo corrobora: «es una oportunidad que disfrutamos muchísimo y que nos sirve para aprender».
En la actividad también participan adultos apoyados por la Fundació Onada. Cada jueves se crea un sentimiento de hermandad y pertenencia. En el Pavelló puede verse como los grupos traen pancartas para apoyar, desde las gradas, a los compañeros que están en la pista.
Proyecto ‘Suma’t a l’hoquei’
Esta actividad está enmarcada en el proyecto ‘Suma’t a l’hoquei’, impulsado por el Club Hoquei Vila-seca para potenciar la formación en valores, más allá de la vertiente competitiva. El proyecto implica a la comunidad del club –jugadores, entrenadores y padres– en iniciativas sociales. «Buscamos fomentar valores como el respeto y la tolerancia desde la base», explica Puerta. Así, el proyecto incluye actividades como la de ayer, donde participan integrantes del club, pero también charlas y actividades sobre diferentes temáticas. «Es una manera de permitir también que los miembros del club conozcan otras realidades, adquieran conciencia social y vean que las personas con dificultades también son capaces de desarrollar sus capacidades», añade Puerta.
