Vila-seca está inmersa en la Setmana de la Salut, llevando a cabo numerosos actos, charlas, actividades y talleres con el objetivo de concienciar, educar y dar a conocer a toda la población los diferentes beneficios y la importancia de seguir un estilo de vida mediterráneo.
Esta tarde, 55 usuarios de la residencia, han participado en una excursión enmarcada en el programa y han salido a la calle a dar un paseo hasta el pabellón municipal. Han ido muy bien acompañados por sus familiares, personal del centro y voluntarios que han querido participar en esta actividad de manera altruista, entre ellos, una treintena de alumnos del instituto Ramon Barbat i Miracle.
A las 16.30 h, todos preparados y con ganas, ha arrancado la caminata por el pueblo. Cada usuario, con un familiar o voluntario al lado, desprendía una notable alegría por estar disfrutando de una tarde soleada, socializando, haciendo ejercicio y en definitiva, mejorando su bienestar físico y emocional.
La residencia ha participado todos los años en la Setmana de la Salut, y la caminata es una actividad que en cada edición se repite por el éxito que es y lo mucho que ayuda a las personas, muchas de ellas, pertenecientes a la unidad de atención sociosanitaria, por lo que este es un día especial para ellos por poder salir un largo rato a la calle.
«Qué tarde más buena estoy pasando» expresaba emocionada Cesárea, que además de estar muy feliz por haberse encontrado a amigas suyas durante el paseo, ha hecho una nueva amiga, la voluntaria que le ha acompañado durante todo el camino y con la que ha charlado de muchos temas, «me está explicando un montón de historias la chica».
Al llegar al pabellón, el Patí Club Vila-seca ha ofrecido una magnífica exhibición para todos los asistentes, que se han asombrado por la elegante y espectacular actuación. Además, el mismo club, con gran entusiasmo, ha preparado una merienda saludable para los usuarios y acompañantes.
La educadora social del centro ha agradecido la acción de los voluntarios, sorprendida porque han resultado ser más que los usuarios. «Los jóvenes han ayudado mucho, vienen porque les ha salido del corazón. A los usuarios les viene muy bien hacer estas actividades, cambian su rutina, hacen algo diferente y eso les motiva, además, lo agradecen muchísimo», ha explicado.
Lidia y Daiana, dos de las estudiantes voluntarias, estaban muy contentas por estar ayudando a otras personas, acción que ya han hecho otras veces. «Tengo una tarde libre, pues vengo a pasar el rato con los abuelos, nos sentimos muy bien tanto ellos como yo», ha expresado Lidia.
Así pues, más de 100 personas han llenado las calles del municipio y han disfrutado de una jornada, llena de emoción y entusiasmo, revitalizante para todos.