Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado 1 y 2 de agosto en Calafell y El Prat de Llobregat a dos hombres, de 51 y 39 años, a los que se les atribuye el asesinato de un hombre en Francia ocurrido en el 2003.
Los hechos se remontan al 20 de febrero de 2003 cuando los dos detenidos, que trabajaban en el negocio del proxenetismo, asesinaron a un hombre francés porque quería sacar del mundo de la prostitución a una de las trabajadoras sexuales de la que se lucraban.
En 2011, los hechos fueron juzgados en Francia en ausencia de los acusados y estos fueron condenados como autores del crimen. Las autoridades francesas emitieron dos órdenes de detención europeas. La pena de prisión estaba a punto de prescribirse.
Tras su detención en Catalunya, ambos pasaron a disposición judicial. La Audiencia Nacional decretó el ingreso en prisión y el posterior traslado a un centro penitenciario en Francia.
Secuestro y muerte
Ambos autores, tío y sobrino, secuestraron y mataron a golpes a la víctima, un chico de 29 años, y trasladaron su cadáver en un vehículo propiedad de uno de ellos hasta una zona montañosa cerca de la localidad de Grondeville, Nancy (Región de Lorena), donde abandonaron el cadáver.
A raíz de estos hechos, ambos investigados decidieron huir de Francia, donde la investigación les había logrado identificar, para establecerse en Catalunya con identidades falsas de origen croata. En un inicio, siguieron ligados al mundo del proxenetismo y del ocio nocturno donde fueron identificados y denunciados en varias ocasiones por los Mossos.
Entre 2004 y 2008 fueron detenidos respectivamente por hechos relacionados con un delito contra la libertad sexual y delitos contra la seguridad del tráfico. En ese momento la documentación y la identidad que presentaban no tenía ningún señalamiento internacional a su nombre.
Vidas por separado
Posteriormente, ambos investigados abandonaron esta actividad, y continuaron con sus vidas por separado. En 2010 se denunciaron mutuamente por amenazas ante el Mossos d’Esquadra a raíz de un conflicto derivado de una supuesta deuda que tenían uno con otro.
Sin embargo, en la misma denuncia utilizaron los nombres falsos y la misma documentación que venían utilizando desde que vinieron de Francia. Uno de los investigados, después de años de residencia en Cataluña logró un permiso de conducción legal en España.
Una identificación policial
Los agentes de la Unitat Central d’Homicidis obtuvieron la identidad real de ambos investigados en el marco de otra investigación donde había otras personas investigadas. La DIC llevó a cabo intercambios de información con autoridades rumanas, belgas, francesas y croatas, ya que se identificaban con la documentación croata y no les constaba ninguna alerta u orden de detención activa.
Las autoridades rumanas informaron a los Mossos d’Esquadra de que a uno de ellos le constaba un homicidio imprudente en 1995. Por otra parte, las autoridades belgas informaron que la misma persona tenía antecedentes por robos agravados en 2001. Finalmente , las autoridades francesas informaron del requerimiento vigente por homicidio y secuestro de 2003 en Nancy, por los que ahora han sido detenido.
Los investigadores finalmente lograron relacionar a los dos investigados con el asesinato en Francia y comprobaron que el orden internacional de detención seguía vigente. En el marco de la investigación, la Unitat Central d’Homicidis comprobó que los investigados tomaban muchas medidas de seguridad. Uno de ellos salía de casa con el rostro tapado, hacía contravigilancias para evitar seguimientos y grababa el entorno.
Los días 1 y 2 de agosto –aunque los Mossos lo han anunciado este lunes–, los investigadores con el apoyo del Grup Especial d’Intervenció, establecieron un dispositivo de localización y detención, que se llevó a cabo en Segur de Calafell y en El Prat de Llobregat, donde ambos van ser detenidos.
Los agentes también recuperaron en el parking de uno de los detenidos el mismo vehículo con el que trasladaron el cadáver en el 2003. El vehículo estaba aparcado, tapado con una lona y rodeado de varias trampas colocadas estratégicamente para detectar cualquier intento de manipulación.