Fue una cuestión de segundos. Las ráfagas de disparos, la huida en coche de los atacantes y, en pocos minutos, toda la zona repleta de vehículos policiales y ambulancias. El tiroteo que acabó con la vida de una persona anoche en Cap Salou y dejó a otra gravemente herida puso en alerta a vecinos y turistas, que vivieron el suceso entre el miedo y la incredulidad. Los hechos tuvieron lugar hacia las 22.30h y muchos de los testigos se encontraban en sus terrazas cuando oyeron un fuerte ruido que confundieron con petardos.
Así lo explica Daniel López, uno de los turistas que se encontraba en el aparthotel frente al que sucedieron los hechos: «Estaba en la habitación y de repente escuchamos ráfagas de ametralladora. Nos asustamos mucho, apagamos todo y nos escondimos en el baño». Tras unos minutos de silencio, llamó al 112, que ya estaba en aviso y pudo comprobar lo que había pasado tras unos instantes de confusión. «Fue impresionante, retumbaban mucho todos los disparos. Fue un estruendo terrible», relata.
Ernest Freixas también estaba alojado en los apartamentos junto a su mujer cuando escucharon el ruido de las balas. «Escuchamos un ruido muy fuerte que parecían fuegos artificiales. Al principio no le dimos más importancia, pero de repente empezamos a ver luces de policía, gritos... Decidimos salir a preguntar y ya vimos el coche con la víctima y nos explicaron lo que había pasado».
Lo mismo le pasó a Adrían, que también es cliente del establecimiento: «Estaba cenando y escuché como una traca de petardos, pero después seguía el ruido y, al asomarme al balcón, escuché los gritos de vecinos y gente que pasaba por la calle diciendo que eran disparos». Fueron unos instantes de pánico, a los que siguieron la llegada de los servicios de emergencias. «Escuché a alguien que gritaba ‘¡lo han matado, lo han matado!’ y poco después empezaron a llegar coches de policías. Era como en una película», cuenta.
En esta zona del Racó de Salou, al final de las calles L’Ermitanet y Torre Alta, muchas de las viviendas son de segunda residencia o de alquiler vacacional. Una de las vecinas que vive justo en el bloque de delante del lugar donde se encontraba el coche de la víctima explica que «escuchamos un ruido muy fuerte, fue horrible. Estábamos en la terraza y nos metimos corriendo hacia adentro. Pasamos mucho miedo y después ya vimos al pobre muchacho muerto en el coche. Llevo muchos años aquí y nunca habíamos vivido nada parecido».
Lidia Díaz también vive en la zona y describe el ruido que escucharon como el de «dos petardos muy fuertes. No pasamos miedo, porque hasta que no salimos y vimos que eran disparos no nos dimos cuenta de lo que había pasado».