Paseando por una zona montañosa de Calafell un vecino vio que algo se movía en el suelo entre unos matorrales. Eran unos movimientos cansinos. Exhaustos.
Al acercarse observó dos pequeñas cabecitas con el resto del cuerpo enterrado. El hombre se dio cuenta que eran dos pequeños cachorros boqueando alientos uno a uno. Estaban exhaustos.
El hombre no lo dudó y excavando la tierra con sus manos pudo rescatar a los dos perritos que aún tenían en el cuerpo el cordón umbilical.
Con cuidado los cogió y los llevó al refugio para perros del Ayuntamiento de Calafell, donde han sido acogidos para comprobar su estado. Desde el consistorio señalan que la acción del vecino ha salvado la vida de los cachorros.
Ahora están buscando un hogar para ellos. Quien pueda y quiera acogerlos puede mandar un correo electrónico a la siguiente dirección: benestaranimal@cemssa.cat