«Nos quieren implantar un sistema tranviario totalmente obsoleto, que no cabe en el municipio de Salou». De esta manera ha insistido el alcalde de Salou, Pere Granados, en su rechazo al actual proyecto del Tramvia del Camp de Tarragona que está tramitando la Generalitat de Catalunya. Un proyecto que, denuncia, «no está integrado en la trama urbana y no es nada inclusivo». «No lo queremos», ha afirmado.
El pleno municipal ha ratificado este miércoles las alegaciones del Ayuntamiento de Salou en contra del Pla Especial Urbanístic redactado para la primera fase de implantación del tranvía, entre Cambrils y Vila-seca. Unas alegaciones que deberán debatirse en la próxima Comissió Territorial d’Urbanisme del Camp de Tarragona, todavía sin fecha. En caso de que no prosperen las peticiones de Salou, Granados advierte de que «lo llevaremos al juzgado».
Además de señalar defectos de forma con la tramitación administrativa, las peticiones de Salou se centran en dos aspectos. Por un lado, rechaza la implantación de catenarias por el núcleo urbano, que considera una «barrera física con un elevado impacto visual paisajístico», y, por el otro, denuncia que el proyecto técnico es incompatible con la futura conexión ferroviaria de la ciudad con el Corredor Mediterráneo.
En este sentido, el cambio de emplazamiento del centro operativo del tranvía, que se ubicará en terrenos de Vila-seca, conlleva «una desconexión sobre el ramal que viene de Tarragona para estar conectados con el eje central del Corredor Mediterráneo», ha asegurado el edil salouense.
Asimismo, Granados ha denunciado en el pleno que el Ayuntamiento de Vila-seca y la Generalitat han llegado a un acuerdo para «colocar allí todos los garajes y demás para que Salou no se pueda conectar nunca y eso no lo vamos a tolerar». Ha defendido, además, la necesidad de tener un ramal con la Alta Velocidad como una futura vía de entrada de turistas a la ciudad.
«Si no tienen solución para implantar un tranvía moderno e inclusivo, sin barrera física, hay otros sistemas», ha señalado Granados, quien propone alternativas para la movilidad interurbana como «un bus tram o buses rápidos, con un coste de inversión mucho más barato».
Quien también se ha pronunciado sobre la polémica suscitada alrededor del tranvía es el socio de gobierno de Granados, Sebastià Domínguez. El portavoz de ERC ha asegurado estar «completamente a favor del proyecto, no sólo por el beneficio que supone para nuestro municipio, sino para todo el Camp de Tarragona».
En este sentido, ha dicho que los republicanos apoyan las alegaciones del Ayuntamiento de Salou, «con independencia de nuestro color político y de quién gobierne en la Generalitat», porque «siempre antepondremos los intereses de nuestro municipio por encima de todo y no los de Vila-seca», ha afirmado.
Las alegaciones contra el proyecto del TramCamp se han aprobado con el voto favorable de los dos grupos del gobierno municipal (Sumem per Salou-PSC y ERC) y Sempre Salou, las abstenciones de PP y USAP y el voto en contra de Vox.