El Ayuntamiento de Salou ha aprobado hoy la modificación de las ordenanzas fiscales para el año 2023, en un pleno que ha vuelto a dedicar buena parte del debate al Eix Cívic y que ha acabado con la crispación trasladada a la bancada del público. Los vecinos contrarios a la construcción de viviendas en este ámbito volvieron a llevar sus protestas al salón de plenos, aunque en esta ocasión fueron solamente media docena y abandonaron la sesión justo antes de acabar entre reproches al alcalde, Pere Granados.
Un encontronazo entre Marçal Curto (ERC) y el alcalde a colación de la aprobación de los estatutos de la Asociación de Municipios Turísticos de Sol y Playa (AMT), de la que Salou forma parte, calentó el debate de buen inicio. Esta alianza de las ocho principales localidades turísticas de España representa para el portavoz republicano un «modelo caduco» del que Salou debería huir. Algo por lo que Granados le acusó de ir en contra del modelo turístico de la ciudad.
El concejal de Hacienda y Gestión Económica, Yeray Moreno, se encargó de presentar la propuesta de ordenanzas fiscales, que supondrá congelar los impuestos y tasas que se pagan al ayuntamiento de cara al próximo ejercicio. «Esto es gobernar. Escuchar a la ciudadanía y no castigar más sus bolsillos», defendió, aunque para la oposición no es suficiente.
Tanto Cs como PP votaron en contra de la propuesta y reclamaron una rebaja fiscal ante las dificultades derivadas de la inflación. Por su parte, ERC se abstuvo, agradeciendo algunos «consensos puntuales», pero lamentando que no se aplique un sistema de impuestos progresivos en función de la renta o que no se haga gratuito el transporte escolar, entre otros.
Requerimiento a la Generalitat
En uno de los pocos puntos en que todos los grupos estuvieron de acuerdo, aunque cada uno con sus matices, fue en hacer un nuevo requerimiento a la Generalitat para que incluya una partida de 9 millones de euros en el próximo presupuesto para la financiación del Eix Cívic, tal y como se comprometió hace casi diez años. Se trata de la segunda petición formal que envía el consistorio al Govern, tras una primera que se aprobó en abril, pero que no obtuvo ninguna respuesta.
«Es lamentable que una institución como la Generalitat ni tan siquiera conteste», criticó el portavoz del PP, Mario García. Para Granados, es importante este tipo de requerimientos para dar más valor a las demandas de Salou «si hay que recurrir a la vía judicial para exigir a la Generalitat que cumpla». Aseguró, además, que ya ha contactado con el equipo de Salvador Illa «por si tienen que negociar los presupuestos, que tengan en cuenta las peticiones de Salou».
Fue en el turno de ruegos y preguntas cuando brotó de nuevo la bronca alrededor de un Eix Cívic que todavía tiene cuerda para rato. Pere Lluís Huguet, de Ciutadans, aprovechó para pedir explicaciones sobre la retirada de las pancartas contrarias al Eix Cívic que los vecinos habían instalado en las vallas de la vía del tren y que retiró la Policía Local. «En ningún momento de toda esta legislatura he dado ninguna orden para retirar ninguna pancarta», zanjó el concejal de Seguretat Ciutadana, David González.
Mientras, el portavoz de Cs abrió otro melón al sugerir al equipo de gobierno que proteja el edificio de la antigua estación –que en la propuesta inicial de ordenación desaparecía– incluyéndolo en el catálogo de bienes culturales de interés local. «Sabemos que arquitectónicamente no tiene demasiado valor, pero es un edificio de 1910 y tiene un valor histórico, además de ser la última estación de la línea que quedan en pie», expresó.
