En unos cuatro meses, Adif culminará el desmantelamiento de las antiguas vías del tren de la costa y liberará definitivamente este espacio que parte en dos la ciudad de Salou. El trazado ferroviario debe dar paso a una gran avenida, por la que también circulará el tranvía del Camp de Tarragona. Es el conocido como Eix Cívic, la gran obra del mandato que en los próximos meses se deberá definir de forma definitiva. Para ello, el Ayuntamiento se ha comprometido a convocar un nuevo proceso participativo en el que la ciudadanía pueda hacer sus aportaciones.
Cabe recordar que el alcalde, Pere Granados, presentó su propuesta de proyecto en plena campaña electoral. Un planteamiento que incluye un gran aparcamiento soterrado con un millar de plazas, carril bici, zonas verdes y de recreo al aire libre y equipamientos como un centro abierto con parque infantil, un museo de interpretación y difusión histórica, un espacio para actividades escénicas al aire libre, un centro de emprendimiento, un centro cultural-biblioteca municipal y la sede de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI). Además, en esta propuesta se incluyen edificios de viviendas de 3 plantas, con la mitad de ellos destinados a protección oficial.
Para el alcalde, la victoria en las urnas el pasado 28 de mayo hace que «nos sentimos legitimados para trabajar esa propuesta de proyecto», manifestó en el último pleno municipal. En este sentido, explicó que en el proceso de redacción del proyecto «habrá unas fases de participación ciudadana y nosotros escucharemos a los ciudadanos y aquello que sea positivo lo atenderemos. En donde nunca vamos a entrar es en el egoísmo personal en contra del interés general, que prima sobre cualquier particular».
El tema del Eix Cívic también ha sido uno de los factores determinantes de cara al acuerdo de gobierno entre Sumem per Salou - PSC y ERC. «Nosotros no estábamos nada de acuerdo con el proyecto original y continuamos pensando así. Tanto es así que el proyecto que se presentará ahora no es el original», defendió el portavoz republicano, Sebastià Domínguez. El concejal garantizó que «se realizará un nuevo proyecto con un nuevo proceso de participación ciudadana para que toda la ciudadanía tenga la oportunidad de poder pronunciarse».
De momento, el Ayuntamiento no ha definido la fórmula de participación que llevará a cabo antes de volver a pasar a aprobación el proyecto, aunque el tiempo corre en su contra. A finales de 2024, la Generalitat pretende poner en marcha las obras del tranvía que circulará por el antiguo trazado del tren, pero de la urbanización del entorno se desconocen los plazos. En este sentido, otra de las claves que todavía sigue pendiente de definir es la financiación del proyecto. Desde el Ayuntamiento de Salou han solicitado de forma reiterada que el Govern cumpla con su compromiso y dote de presupuesto la construcción del Eix Cívic, tal y como establecía el acuerdo firmado entre ambas partes en 2013 para renovar el CRT.
En los últimos meses, tanto por parte del alcalde, en reuniones con representantes del Govern, como por el pleno al completo, a través de dos requerimientos distintos, Salou ha reclamado una partida para la implantación del Eix Cívic. La cantidad estimada asciende a 9,5 millones de euros, aunque el coste final de la obra dependerá del proyecto que se acabe definiendo.
Mientras, desde la Associació de Veïns i Comerciants Barenys-Platja de Ponent, que ha focalizado las protestas en contra de edificar en este ámbito, reclaman ahora que se tengan en cuenta sus reivindicaciones. Además, lamentan que hasta ahora únicamente se haya producido una reunión entre ellos y el equipo de gobierno para debatir la propuesta para el Eix Cívic.
«Si tiene que haber un nuevo proceso participativo, entendemos que es que el proyecto vuelve a comenzar de cero y se desarrolla a partir de aquí. Si el proyecto va a seguir siendo el mismo, será una participación de pega», sostiene el presidente de la entidad, Rafel Querol, que insiste en que «queremos que se tenga en cuenta lo que salga de ese proceso». Asimismo, Querol pide «que se intente llegar a un consenso. Esperemos que los vecinos, que somos los más afectados por este proyecto, podamos intervenir».