Restaurantes con corazón en Salou, Cambrils y Tarragona

Cinco McDonald's disponen de un desfibrilador y el Proyecto Andrea está formando a toda la plantilla para poder actuar con solvencia en caso de una parada cardíaca

19 mayo 2017 17:04 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:59
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Manuel Cuétara no quiere riesgos en sus franquicias. Él es el máximo responsable de cinco McDonald’s del Camp de Tarragona: Salou –el más antiguo, con casi 27 años–, Cambrils y otras tres en Tarragona. «Creo que a veces no nos damos cuenta de la capacidad que tenemos de evitar una muerte o un daño físico irreparable. Por ejemplo, yo en mi casa tengo un extintor y pienso que debería ser obligatorio en cada casa para poder apagar un fuego y que no se lleve por delante el esfuerzo de toda una vida. Y creo que en caso de parada cardíaca, antes de que llegue el médico, también podemos hacer mucho», argumenta.

Con este principio, Cuétara decidió que era el momento de poner en marcha su plan. Al empresario le une una gran amistad con Paco Florido, técnico sanitario del SEM y a su vez impulsor del Proyecto Andrea, una red de voluntarios que tiene como objetivo enseñar primeros auxilios desde particulares hasta multinacionales con el fin de poder actuar en caso de necesidad.

Con los conocimientos del técnico sanitario, Manuel Cuétara podía formar a la plantilla de sus cinco franquicias y prevenir cualquier susto entre los más de tres millones de clientes que anualmente consumen en sus locales de comida rápida.

Paco Florido le propuso a su amigo que cada local tuviera un desfibrilador, que él mismo colocaría –también es director de la empresa SaniForm–. Y a partir de entonces, se realizarían cursos de formación, primero con los responsables (una treintena de personas) y luego, para después de fiestas, con el resto de la plantilla de trabajadores, otros 120 empleados, sin contar refuerzos de verano.

«El curso es sencillo y homologado para toda España», explica el experto. Son seis horas de formación práctica que incluyen desde cómo llamar al 112 para que la alerta sea efectiva para el envío de una ambulancia «hasta cómo reaccionar en caso de un paciente que sufra potencialmente un paro cardíaco en el local», explica el técnico sanitario.


Desplome y no respira
Para saber si una persona puede padecer una posible parada cardíaca, Florido dice que «la persona esté inconsciente y no respire». Si se dan los dos condicionantes, «está sufriendo una parada cardíaca y hay que actuar. El porcentaje más elevado de salvarle la vida está en los primeros minutos», añade. Por ello «es muy necesario que las empresas que damos servicio y que tenemos mucha clientela podamos actuar con rapidez y ayudar en caso de emergencia», añade Cuétara.

El empresario admite que en todos los años que gestiona las franquicias no ha tenido ningún caso de parada cardíaca en sus locales, pero apunta que «debemos estar preparados por si ocurre en el futuro».

La treintena de gerentes de los cinco McDonald’s ya saben ahora cómo actuar: comprobar que la persona está en un entorno seguro, abrir el desfibrilador, realizar las maniobras de reanimación y esperar a la presencia de la ambulancia, que previamente otra persona habrá llamado al 112 para avisar de lo ocurrido.

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