El temporal Gloria de principios de año afectó a espigones de Cunit, paralelos a la playa. Esas barreras de piedra que se colocaron hace décadas para intentar evitar el impacto de el oleaje en la orilla estaban muy dañadas por el movimiento de las rocas.
El pasado mayo el Ministerio de Transición ecológica recolocó algunas de las rocas que habían caído de dos de los espigones. La rotura hizo que ya no frenasen el oleaje por lo que en caso de temporal la playa y la arena quedaba más desprotegida de la erosión.
Las obras son en los espigones 1 (Can Toni) y 3 (Valparaíso) por lo que las calas de esas zonas podrían tener restringido el acceso a los arenales ya que habrá maquinaria pesada trabajando y pretenden evitarse riesgos.
El Ayuntamiento pidió al Ministerio realizar los trabajos fuera de la temporada de baño. Está previsto que comiencen este lunes o el martes si las condiciones climatológicas lo permiten.
Los trabajos son para consolidar las barreras de piedras y evitar que pueda haber movimientos y desprendimientos. Los espigones ya están muy dañados y caídos por lo que no cumplen con la función inicial de frenar el impacto de las mareas para reducir la erosión que sufren la playa del municipio. Ese estado de los espigones motiva incluso que algunos temporales sean más dañinos en el litoral.
En algún momento se ha planteado la retirada de los espigones, pero se desconoce qué efecto podría tener en la costa. De hecho esas barreras paralelas a la orilla han permitido a lo largo de los años una singular estructura de la playa en forma de calas.
Uno de los primeras efectos de una hipotética retirada de las piedras sería que la costa recuperaría su original perfil de playa recta, pero la haría más vulnerable a las mareas cada vez más intensas y que golpean en zonas cercanas como las de Mas Mel de Calafell.
En todo caso los trabajos que comienzan esta semana son para consolidar los espigones. Esas obras deben ayudar también a que las barreras de piedra cumplan su función de frenar el impacto de las mareas.