Como cada año, la llegada del verano vuelve a dejar patente la una queja vecinal ante la afluencia masiva de turistas. Los vehículos mal aparcados suelen provocar problemas de movilidad y seguridad en el tráfico, especialmente cuando se hallan estacionados en lugares donde no deberían hacerlo. En Salou, son varios los vecinos que han puesto el grito en el cielo debido al estacionamiento irregular de algunos de esos vehículos.
«No podemos entender que el Ayuntamiento permita aparcar o haga la vista gorda en coches que aparcan donde quieren, sabiendo que allí no pueden aparcar», asegura Federico, un vecino que reside en una zona próxima a varios hoteles.
Carme, por su parte, recuerda que «hace ya unas fechas que se me llevó la grúa por tener el coche mínimamente sobre un paso de peatones. Fue en invierno y parece que en esa temporada el Ayuntamiento está a la caza y captura de los coches de los que vivimos aquí todo el año. Cuando llega el verano, les importa más el turismo y pasan olímpicamente de que estén mal aparcados».
Es la sensación que transmiten algunos salouenses respecto a la permisividad a la hora de multar o retirar vehículos mal aparcados. «El ejemplo más claro lo puede ver todo del mundo, con coches estacionados en plena autovía en la salida de Salou hacia Tarragona. O en isletas en pendiente donde hay señales que ya indican que está prohibido aparcar», incide Jordi, que alude a que ya es una problemática «repetitiva año a año, y hasta ahora nadie parece poner remedio definitivo».
Parkings disuasorios
Las quejas vecinales hacen también referencia a la infrautilización de los parkings disuasorios de la localidad. «Hace tiempo que se habló de poner luminosos en las entradas de Salou, como sucede en algunos municipios, para fomentar el uso de esos parkings disuasorios y las plazas que quedan libres en cada momento. Pero nunca se hizo nada al respecto», afirman.
En la capital de la Costa Daurada hay más de 500 plazas de este tipo de parkings. Como señala el concejal de Seguretat, Sebastià Domínguez, «se pueden encontrar en puntos como la calle Joan Fuster (junto a la nueva estación de tren), la calle Pompeu Fabra o en la calle Berlín».
Años atrás, el consistorio aseguraba que no eran tantos los vehículos mal aparcados. Sin embargo, los quejas vecinales no han remitido en todo este tiempo. Se incrementan notablemente en Semana Santa y, especialmente, en el epicentro del verano. Buscar un lugar para aparcar en Salou, al igual que en otros municipios turísticos, puede resultar complicado. «Y lo peor son los coches que dejan aparcados y sin moverlos durante todo el tiempo que están aquí los veraneantes», concluyen los vecinos.
La grúa
Sebastià Domínguez también asegura que «la grúa es el último recurso cuando el propietario de vehículo mal aparcado no acude a su retirada». El edil recuerda los pasos de la Policía Local a respecto: «primero se procede a ponerle un aviso en el coche y se espera entre 20 y 30 minutos. Luego se procede a la denuncia del mismo si sigue si retirarse (se esperan otros 20 minutos). Finalmente, si aún no ha sido retirado se procede a la actuación de la grúa». Domínguez desmiente así el pensamiento habitual de ‘lo dejé aquí hace 5 minutos y se lo ha llevado la grúa’.
El concejal también señala que cabe diferenciar dos tipos de mal aparcamientos: «los que se producen en las zonas más hoteleras, que son los más problemáticos; y los que se producen en otras zonas del núcleo de la localidad donde vive la gente de todo el año. En estos últimos hemos detectado que se aparca en carga descarga, vados, paradas de autobuses...».
Domínguez apuesta por los parkings disuasorios municipales. «Tenemos varios repartidos por el municipio. Es probable que se queden pequeños a corto plazo. Por eso, estamos estudiando junto con los servicios técnicos municipales su ampliación. El de Joan Fuster se ampliará en su amaño y el resto se mirará a forma más adecuada».