El comercio de Salou lucha desde hace tiempo para mejorar su imagen. Para frenar aquellas prácticas que lo dañan. Y con la voluntad de poner fin a las actitudes que hacen un flaco favor a la actividad comercial salouense y a su manera de ‘venderse’ al cliente, el Ayuntamiento incorporó hace poco más de un año la figura de un inspector que se encarga precisamente de velar por la buena imagen del sector. Desde que empezó su particular cruzada ya ha interpuesto una cuarentena de sanciones. Se trata de multas de 300 euros. Una cifra que aumentó hace apenas unas semanas –antes eran de 100€– con la puesta en marcha de la nueva ordenanza cívica.
Los principales problemas se hallan en aquellas tiendas que colocan los artículos en medio de la acera, amontonados, ocupando más espacio del permitido, productos expuestos en las fachadas de los edificios o locales adyacentes que están desocupados, o mostradores publicitarios en la vía pública. Pero desde la Associació 365 dies - Salou Vila Comercial aseguran que a pesar de la presencia del inspector «no hemos notado el cambio en la imagen de los comercios». Según la vicepresidenta de la entidad, Laura Capuz, todo «sigue igual». Asegura que en la calle Carles Buïgas muchas tiendas siguen invadiendo las aceras con sus artículos. Una práctica que también se puede ver en tiendas de la calle Zaragoza, la avenida Andorra o la calle Barcelona.
«La gente responde bien. Pero hay unos cuantos que lo ponen más difícil y se les ha tenido que multar varias veces»Capuz considera que para poner fin a la situación las sanciones deberían ser más elevadas o bien suspender temporalmente la actividad del negocio en cuestión sino «se generaliza la mala imagen del comercio de Salou».
Emili Baldrich
Tanto el propio sector como el Ayuntamiento quieren regularizarlo. «La gente, en general, responde bien. Pero siempre hay unos cuantos que no, que lo ponen más difícil. Y estos dan más trabajo y han sido denunciados en más de una ocasión», explica Emili Baldrich, el inspector que se encarga de realizar las visitas e informar a los comerciantes y a quien mucha gente ya conocía previamente por sus más de tres décadas de experiencia como Policía Local.
Principalmente se actúa en tiendas de souvenirs ubicadas en las calles más turísticas. «Aquellas que tienen los productos amontonados y que hacen que acceder al interior agobie», remarca Baldrich. Las visitas se concentran sobre todo donde el problema era «más exagerado», en calles como Barcelona, Carles Buïgas, Zaragoza o Vendrell. «Hay que hacer más pedagogía, apretar un poco más», señala la concejal de Comerç, Martina Fourrier.
«El trabajo se concentra principalmente en informar al comercio, sobre todo en cuestiones relacionadas con la ocupación de la vía pública», explica Fourrier. El primer paso, asegura, es informar. Luego, si ni aun así cumplen con la ordenanza, se multan. Y Fourrier insiste en que, si bien hay casos que son difíciles de solucionar y que perjudican al conjunto del sector, en general el comercio salouense es «muy bueno, tiene una imagen y productos de calidad». Un argumento que apoya también la técnica de comercio del consistorio, Montse Vendrell, quien subraya la importancia de llevar a cabo acciones formativas y de dinamización de forma paralela y como herramienta clave. De hecho, los próximos días 6 y 7 de noviembre se realizarán unas sesiones de formación, que estarán organizadas por el Ayuntamiento junto con la Cambra de Comerç de Tarragona.
«Si se han puesto sanciones, no hemos notado el cambio en la imagen de las tiendas»
Laura CapuzVicepresidenta de la Associació 365 dies
Todo el año
La realización de las inspecciones se lleva a cabo todo el año –en invierno la actividad es menor y se concentra más por la zona centro–. La época con más movimiento es desde Semana Santa hasta después del verano.
Según remarca el inspector, su labor es velar además para garantizar unos accesos en los establecimientos adaptados al paso de sillas de ruedas o carritos de bebés. Pero no solo actúan en el comercio tradicional, sino también, por ejemplo, en el mercadillo de los lunes. «Hemos tenido que echar a varias paradas que no pagaban las cuotas», recuerda Emili Baldrich.
Otra de las iniciativas que impulsan ahora se centra en el ámbito concreto de las fruterías y el etiquetaje de sus productos. De momento avisarán a los negocios de que la Generalitat iniciará el próximo 15 de noviembre una serie de inspecciones en este ámbito, y que en 2019 ya se aplicarían las sanciones en caso de que se incumplan los requisitos. «Nosotros, como tenemos Oficina Municipal d‘Atenció al Ciutadà, le informamos previamente para que sepa lo que hay», explica.
El sector también reclama que todas las tiendas pongan de forma visible el precio de sus productos tal y como marca la ley: «La gente cree que cuando vienen a Salou pueden regatear en todas las tiendas. Nos preocupa y mucho», concluye la presidenta de la Associació 365 dies.