Una promoción urbana en una extensa zona de pinos y matorrales en Cunit genera quejas del grupo ecologista de El Vendrell y Baix Penedès (Geven) al considerar que tendrá un fuerte impacto en el medio y el paisaje.
El proyecto es para levantar un centenar de viviendas, además de actividades económicas en una superficie de unos 100.000 metros cuadrados en la zona conocida como Miramar. Los promotores plantearon además de las viviendas, unas naves y un hotel.
Los promotores sugirieron que parte de esas naves para actividad económica pudiesen destinarse a pisos turísticos, lo que fue rechazado y se dio la opción de que fuesen vivienda sociales. Este punto está pendiente de aceptación.
Valor natural
El proyecto genera rechazo de los ecologistas. Señalan que la zona es un bosque de pino mediterráneo «catalogado como Hábitat de Interés Comunitario» y hay ejemplares de palmito (margalló en catalán), la única palmera autóctona de Europa y que está entre las especies de flora amenazada de Catalunya.
El pasado año los promotores pidieron autorización para desarrollar una urbanización que ya tuvo el visto bueno en 2007. Así el actual Ayuntamiento señala que no puede oponerse. El anterior consistorio autorizó la urbanización contemplada en el Plan General del municipio.
Expansivo
Los ecologistas denuncian el urbanismo expansivo que dicta el crecimiento de Cunit amparado en un Plan General que califican de obsoleto con un modelo «desfasado, insostenible y depredador del territorio» y que data de 2008.
El concejal de gobierno de Cunit, Jaume Casañas señala que la zona es urbanizable en el Plan General y tiene permisos. Paralizarla comportaría unas indemnizaciones millonarias. En este sentido lamenta que partidos políticos que ahora critican la urbanización en la pasada legislatura fuesen quienes la aprobaron.
El Geven señala que urbanizar ese sector impacta en suelos productivos, sobre el hábitat de interés comunitario y las especies y una alteración paisajística, además de contribuir.
La polémica revela el expansionismo de municipios del Baix Penedès. Los ecologistas señalan que se impulsan crecimientos sin tener en cuenta que la Generalitat está redactando el Pla Terrirorial Parcial del Penedès, que debe regular el planeamiento. En este sentido alertan de que se está facilitando un proceso de suburbanización metropolitano del área de Barcelona a cambio de sacrificar espacios naturales.
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