El incremento de tránsito en la autopista AP-7 tiene, además de las caravanas, un efecto más allá de la vía. El Ministerio ha colocado en algunos tramos unas bandas sonoras en los carriles.
Cuando los vehículos cambian de carril generan un ruido que afecta a los núcleos de población anexos a la autopista. Es el caso de los barrios de Mas d’en Gual y del Tancat en El Vendrell. Pero vecinos de Masos de Coma-ruga e incluso de la zona de Casa Roja, en Banyeres del Penedès, donde también están esas bandas, señalan las molestias que generan.
Los vecinos señalan el constante ruido que provocan esas bandas rugosas durante todo el día.
La Federació Xarxa Vendrellenca, que agrupa a diferentes asociaciones de vecinos pide a la unidad de carreteras del Ministerio a que tome medidas para evitar ese ruido constante que supera al ya genera el aumento de circulación.
Impacto
Las bandas sonoras están colocadas entre los puntos kilométricos 217 y 218. La entidad vecinal pregunta si se ha tenido en cuenta el impacto sonoro de estas bandas y si se han tomado sonometrías, además de reclamar medidas para minimizar el impacto.
Las bandas sonoras se colocan para alertar a los conductores de una desviación del vehículo y de que está cambiando de carril. Es un elemento de seguridad ya que al pasar sobre ellas producen una vibración y ruido para permitir la atención del conductor.
Pero también cuando un coche cambia de carril para adelantar generan el mismo ruido que llega hasta las casas más próximas a la vía rápida.
Ese ruido de las bandas sonoras generó una situación singular en la localidad holandesa de Jelsum. Cuando los vehículos pasaban sobre ellas a 60 km/ sonaba el himno de la región. Sin embargo, pese a su musicalidad, tuvieron que retirarse por las quejas de los vecinos.
En el caso de El Vendrell las bandas rugosas no emiten ninguna sintonía, sino un continuo e insistente rasgado que afecta a los vecinos.